La nueva campaña del Black Friday, que se adelanta a uno de los periodos de rebajas comerciales más tradicionales, como es la Navidad, plantea especialmente a las pequeñas y medianas empresas una serie de retos y oportunidades en un momento decisivo donde las previsiones indican que las pymes españolas se juegan hasta un 40% de su facturación anual en el Black Friday 2024, un porcentaje puede llegar a ascender hasta el 60% para los pequeños comercios que se enfocan completamente hacia la venta online, según una encuesta de Rocket Digital.
En la actualidad, la transformación digital se ha convertido en un imperativo para las pymes que buscan mantenerse competitivas en un contexto de incertidumbre socioeconómica y entorno empresarial en constante cambio. Fruto de esta necesidad imperante de adaptarse a las nuevas necesidades de los clientes, aproximadamente el 60% de las PYMEs en España ya ofrecen la posibilidad de realizar compras online a través de sus sitios web, según un informe de 2023 de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME),
Así, tal y como apuntan desde Club de la Pyme, empresa de servicios globales 360º para empresas y profesionales, en un momento donde cada vez es más difícil emprender un buen negocio, que sea viable y que realmente satisfaga una necesidad del mercado, el comercio electrónico sigue expandiéndose, ampliando su cuota de mercado y creciendo en cuanto a su facturación. Como resultado, las pymes españolas están avanzando rápidamente en su proceso de transformación digital y, según un informe de Paypal, el 48% de las pymes españolas que venden por Internet afirma que ha dado el salto al comercio electrónico en los dos últimos años.
Los grandes retos para la competitividad de las pymes en el Black Friday
Mientras que las grandes empresas se han adaptado rápidamente, las pymes aún se están poniendo al día con la adopción del comercio electrónico. Por ello, los expertos de Club de la Pyme analizan cómo a pesar de los beneficios evidentes, la transformación digital no está exenta de desafíos, que se agravan en el caso de las pequeñas y medianas empresas. La inversión inicial, la capacitación del personal, la integración de sistemas heredados y la resistencia cultural son obstáculos comunes que deben abordarse. En este contexto, casi un tercio (27 %) de las pymes cita la falta de conocimientos digitales como un obstáculo importante para el crecimiento de su negocio online, y al 47 % le preocupa cómo atraer a nuevos clientes.
La adaptación a este nuevo paradigma no solo es esencial para la supervivencia, sino que también abre un mundo de posibilidades en términos de eficiencia operativa, colaboración empresarial y mejora de la experiencia del cliente. Por ejemplo, las PYMEs a menudo enfrentan dificultades para prever la demanda y gestionar el inventario de manera eficiente. Y es que, según un informe de Deloitte, más del 60% de las PYMEs experimentan problemas de exceso o falta de stock durante las temporadas de alta demanda. Frente al potencial de las grandes corporaciones, las pymes tienen el reto no solo de destacar entre la multitud de ofertas y promociones, sino de conseguir mantener sus márgenes de rentabilidad. En este contexto, acometer un plan de marketing efectivo permitirá al pequeño y mediano empresario reflexionar sobre su modelo de negocio, analizar su capacidad competitiva y a desplegar acciones para llegar a los clientes de forma exitosa. En consecuencia, un informe de HubSpot indica que las PYMEs que invierten en marketing digital ven un aumento del 20% en sus ventas durante el Black Friday.
Además, la apertura de una tienda online está sujeta a una regulación que aplica a todos los tipos de empresas de forma similar, lo que ocasiona que las PYMEs se encuentren en una situación de desventaja comparativa con respecto a las grandes empresas, ya que la carga que supone el compliance laboral es muy elevada y a menudo no disponen de recursos financieros y ni de personal suficientes para gestionar sus obligaciones normativas. Precisamente, el incumplimiento de la Ley de Comercio Electrónico puede acarrear sanciones económicas importantes, que varían en función de la gravedad de la infracción. Las sanciones leves pueden ir desde los 30.000 euros, mientras que las infracciones graves pueden llegar a los 600.000 euros.
“El comercio electrónico es una gran oportunidad para los pequeños empresarios, pero también un quebradero de cabeza porque hay que manejar muchos aspectos legales. Una gran mayoría de negocios impulsado por emprendedores y autónomos se inician en el mundo digital cometiendo errores que podrían evitarse si conocieran bien la ley de comercio electrónico”, apunta Casimiro García. “Por ello, desde Club de la Pyme remarcamos la importancia de que las pequeñas empresas puedan externalizar gestiones como el cumplimiento de las normativas o la solicitud de ayudas para la digitalización y puedan aprovechar las oportunidades que ofrecen campañas comerciales como el Black Friday”.