Los representantes de la Cámara acordaron el martes que Milei ampliara los poderes ejecutivos en materia administrativa, financiera, económica y energética, así como la capacidad de disolver docenas de fondos federales de propósito especial, dos puntos clave de su proyecto original que había sido rechazado en febrero.
También han permitido la privatización de casi una docena de empresas, entre ellas la aerolínea Aerolíneas Argentinas, empresas de servicios públicos, trenes y servicios postales.
Si los planes son respaldados por el Senado, Milei tendrá más poder para despedir a trabajadores estatales, recortar subsidios caros y eliminar organismos gubernamentales costosos para equilibrar el presupuesto del país.
REFORMA LABORAL
Milei también consiguió la aprobación de una reforma laboral que considera esencial para animar a las empresas a contratar. La propuesta ampliaría el periodo de prueba antes de contratar a un trabajador con un contrato a tiempo completo y eliminaría las penalizaciones a las empresas que intenten registrar a empleadores informales, que constituyen aproximadamente la mitad de la población activa.
En su forma original, Milei pretendía privatizar 41 empresas, incluida la petrolera YPF. El proyecto de ley tiene ahora poco más de 200 artículos, lo que supone un importante retroceso respecto a los más de 600 de su primera versión.
Milei presentó el proyecto de ley general en diciembre. A medida que se iniciaban las negociaciones, fue eliminando los aumentos de impuestos y las privatizaciones más controvertidos. Aun así, los legisladores rechazaron artículos clave de la propuesta cuando se sometió a votación por primera vez, lo que llevó al presidente a ordenar a su partido que la retirara del pleno de la Cámara Baja.