En medio de esta realidad, Youniversal, consultora especializada en investigación de mercado y tendencias, llevó a cabo un estudio para comprender cómo esta situación está afectando los hábitos de consumo en el país.
“El relevamiento de nuestro TREND LAB permite observar que la situación económica es complicada para muchos argentinos, con uno de cada dos declarando que sus ingresos no les alcanzan para llegar a fin de mes”, explica Ximena Díaz Alarcón, Co-Fundadora y CEO de Youniversal, y agrega: “Esta dificultad se refleja en una significativa reducción en el nivel de consumo, con el 89% de los encuestados renunciando o disminuyendo el gasto en al menos cinco ítems relevantes”.
Entre los ítems con mayor caída en el consumo se encuentran los alimentos del supermercado, que no son de primera necesidad, seguidos de la indumentaria y el calzado. Esta reducción en el consumo afecta especialmente a la clase media, que se ve obligada a ajustar su presupuesto en áreas como vacaciones, salidas, productos de cuidado personal y para el hogar.
Para enfrentar esta crisis económica, los consumidores argentinos están adoptando diversas estrategias. Un 91% de los encuestados está más atento a ofertas, promociones y descuentos en supermercados y mayoristas, mientras que un 40% está comprando solo lo necesario, principalmente en el segmento de menor poder adquisitivo.
Además, se observa un cambio en los criterios de elección de marca, con un 44% optando por marcas más económicas y un 39% probando marcas desconocidas en busca de precios más bajos. Este comportamiento indica una mayor sensibilidad al precio y una disposición a explorar alternativas en un intento por maximizar el valor de sus compras.
Los cambios en el lugar de consumo también son evidentes, con un aumento en las compras en comercios de barrio y mayoristas. Además, la frecuencia de compra ha cambiado, con el 40% de los encuestados comprando solo lo necesario diariamente, mientras que los niveles más altos optan por compras más grandes para abastecerse.
“La crisis económica está impulsando a los argentinos a adaptar sus hábitos de consumo, priorizando necesidades básicas, buscando ofertas y promociones, y explorando nuevas opciones de marca y lugares de compra. Estos cambios reflejan la resiliencia y la capacidad de adaptación de los consumidores de nuestro país en tiempos de incertidumbre económica”, concluye la especialista.