Justamente en esta línea, InfoJobs ha realizado una encuesta entre la población ocupada y los profesionales TIC. En ella, la plataforma de empleo líder recoge que, pese a ser una profesión mayoritariamente masculina (el 80% de los encuestados son hombres), las mujeres (20%) están más formadas: 6 de cada 10 disponen de, al menos, estudios universitarios superiores, proporción que se reduce a 4 de cada 10 entre los hombres, que cuentan con más carreras técnicas o estudios no universitarios.
Lo cierto es que, como se ha hecho patente, los niveles de estudios más altos tienen, históricamente, mayores posibilidades de conseguir un empleo y, por lo tanto, es lógico que se apueste más por ellos. Pero, ¿qué ocurre en el sector TIC? De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, en 2023 el 16% de las empresas españolas disponían de especialistas TIC. De ellas, el 38% emplean a mujeres, pero solo un 8% cuenta con al menos el 50% de sus profesionales mujeres.
Evidenciando la brecha de género: menor representación femenina
La alta masculinización del sector de profesionales TIC conlleva una menor concienciación de la brecha de género. Casi la mitad de los profesionales TIC no cree que haya brecha de género laboral, pese a que 6 de cada 10 mujeres considera que las medidas de igualdad de sus empresas son totalmente insuficientes, casi 10 puntos porcentuales por encima de la media de la población ocupada.
“Paradójicamente, las compañías afrontan una enorme dificultad para encontrar perfiles cualificados que desarrollen este tipo de labores tecnológicas. Como señalaba Anna Ginès en el informe InfoJobs-Esade ‘Estado del Mercado Laboral en España’, existe actualmente una brecha de género en el sector tecnológico que excluye a las voces y experiencias de las mujeres. Esta realidad alcanza un alto grado de relevancia en el momento en que la industria tecnológica deja de ser solo una industria para articular el futuro en todos los ámbitos”, asegura Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs, quien añade: “Aquellas empresas que priorizan la creación de entornos laborales favorables para las personas fortalecen su posición en el mercado al atraer y fidelizar el mejor talento”.
Las profesionales TIC son mucho más exigentes en la búsqueda de la igualdad en el ámbito laboral que sus homólogos masculinos. En este sentido, las medidas más demandadas por las mujeres son la conciliación familiar y laboral (con el 56% vs. 46% de los hombres), las medidas para garantizar la igualdad de salarios en un mismo puesto (53% vs. 33% de los hombres), la equiparación de las condiciones laborales y beneficios profesionales a tiempo parcial y completo (43% vs. 28% de los hombres), y los planes de promoción profesional que garanticen la igualdad de oportunidades (42% vs. 32% de los hombres).
En relación con el acoso laboral, existe –de nuevo– una clara brecha de género. Mientras que la mayoría de hombres dentro del sector TIC (63%) considera que existen en su empresa medidas para prevenir o actuar ante un caso de acoso laboral, las mujeres TIC dudan: casi la mitad (44%) no tiene claro si esos protocolos existen o si son efectivos y suficientes. Para llevar a cabo este análisis de forma más exhaustiva, se han ordenado los diferentes aspectos a seguir, según el proceso lógico de protocolo de acoso laboral. Es decir, desde la comunicación hasta la toma de decisiones. En el flujo, casi 7 de cada 10 profesionales TIC está convencido de que, en caso de acoso laboral (65% en el resto de la población ocupada), la empresa se tomaría en serio la denuncia, se iniciaría un proceso de investigación (67% vs. 61% de la población ocupada), y la persona agresora sería sancionada (65% vs. 61% de la población ocupada). Sin embargo, no tienen tan claro que los compañeros/as apoyen a la víctima en esa situación (57% vs. 62% de la población ocupada), ni que haya un claro responsable al que acudir en esas circunstancias (50% vs. 41% de la población ocupada).
En lo que sí se ponen de acuerdo hombres y mujeres dentro del sector es en la utilidad y beneficio que pueden proporcionar las nuevas tecnologías como herramienta para la igualdad. Más del 40% de hombres y mujeres TIC creen que las nuevas tecnologías, como el uso de algoritmos o sistemas de IA, pueden favorecer la reducción de la desigualdad y la discriminación, aunque 1 de cada 3 considera que no tendrá un impacto ni positivo ni negativo.
El perfil del profesional TIC: hombre, joven y residente en la capital
Más allá de que la profesión TIC sea mayoritariamente masculina, existen otras características sociodemográficas que la definen y que potencian su comportamiento.
Por edad, los profesionales TIC son más jóvenes que el resto. El 26% tiene entre 25 y 34 años (19% en el caso de la población ocupada), mientras que el 9% tiene entre 16 y 24 años (vs. 6% de la población ocupada). El mayor porcentaje pertenece a la edad comprendida entre los 45 y los 54 años, con el 29%, coincidiendo con los resultados obtenidos en la población ocupada.
A nivel territorial, uno de cada cuatro profesionales reside en Madrid. A esta comunidad le siguen Cataluña, con el 18%, y Andalucía, con el 13%.
Su actitud: digitales, inquietos y optimistas
Los profesionales TIC tienen un comportamiento actitudinal marcadamente diferente a la media de la población ocupada. Además de contar con un perfil, obviamente, mucho más digitalizado (71% vs. 51% de la población ocupada), son personas que se autodenominan como proactivas (51% frente al 44% de la población ocupada), a las que les gusta trabajar en equipo (49% vs. 42% de la población ocupada), y que muestran un mayor optimismo respecto al futuro laboral (38% vs. 32% de la población ocupada).
El teletrabajo y las óptimas condiciones laborales, características del empleo TIC
Los sectores tecnológicos son los principales abanderados del teletrabajo, con una proporción de trabajo remoto real muy por delante del resto de sectores. Según el informe de InfoJobs, 7 de cada 10 trabajadores TIC disfrutan de una modalidad laboral en remoto, híbrida o total.
Además, los profesionales TIC gozan de unas condiciones laborales mucho más ventajosas que la media de empleados: cuentan con mayor estabilidad y flexibilidad y mejores salarios, y 9 de cada 10 dispone de contrato indefinido. En lo referente al salario, la gran mayoría (un 44%) declara tener un nivel de ingresos superior a 2.000 euros, frente al 27% de la población ocupada, y 6 de cada 10 espera un aumento salarial en los próximos meses.