Así se desprende de las cuentas anuales consolidadas del Impuesto sobre Sociedades del año 2020, la estadística publicada este jueves por la Agencia Tributaria, que contiene la información consolidada de las empresas individuales no integradas en grupos, que declaran en el modelo 200, y los grupos consolidados, que lo hacen en el modelo 220.
Si el corte entre grandes, medianas y pequeñas empresas se hace no en función del número de empleados, sino de acuerdo a su facturación, las compañías que facturan más de € 1.000 millones anuales tributan a un tipo efectivo del 19,34% sobre la base imponible, pero baja al 5,11% si se trata del resultado sobre beneficio.
A pesar de que la gran mayoría de grandes empresas, tanto por número de empleados como por nivel de facturación, ya está tributando por encima del tipo mínimo del 15% que ha establecido el Gobierno para el año 2022, la estadística refleja que según disminuye el tamaño de las compañías, los tipos que pagan son más elevados.
De esta forma, las empresas con entre 2.500 y 5.000 empleados pagan un tipo efectivo del 19,41% sobre base imponible y del 6,79% sobre resultado contable; mientras que los negocios con entre 1.000 y 2.500 trabajadores pagan el 20,56% de la base imponible y el 6,7% del beneficio.
De hecho, son las pequeñas empresas y las microempresas las que, según la estadística de Hacienda, pagan más por el Impuesto sobre Sociedades, con un tipo efectivo sobre la base imponible que supera en ambos casos el 23%, mientras que las pequeñas pagan un 17,51% sobre el beneficio y las microempresas, un 14,62%.
De esta forma, las empresas que ingresan entre € 100.000 y tres millones de euros anuales son las que más contribuyen a Hacienda, con un tipo efectivo medio que supera el 23% sobre la base imponible y oscila entre el 13% y el 16% si se aplica sobre el beneficio.
Como media, las sociedades españolas pagaron en el ejercicio 2020 un tipo efectivo del 21,79% sobre la base imponible, un porcentaje que se reduce al 10,12% si se extrapola al resultado contable.