Ni los nuevo horizontes de movilidad laboral ni la suba de tipos de interés parece impactar en la idea de los jóvenes españoles para quienes alquilar un lugar donde vivir es “tirar el dinero”: de 2021 a 2022 crece del 50% al 59% los jóvenes que planeaba comprar vivienda en los próximos 5 años, según datos de Fotocasa.
La actividad de los jóvenes en el mercado inmobiliario en el último año está marcada por un aumento del interés en la vivienda de propiedad. Ha crecido el porcentaje de los menores de 35 años que han comprado o han intentado comprar, pero, además, también hay un mayor interés en la futura adquisición de una casa por parte de quienes no están buscando vivienda en propiedad ahora mismo. Así, seis de cada diez jóvenes que no han realizado acciones de compra en el último año prevé hacerlo en un horizonte temporal de cinco años. Un dato que ha crecido significativamente en comparación con 2021: entonces eran un 50% los que se planteaban la compra para más adelante y ahora son el 59%. Esta es una de las principales conclusiones del informe “Los jóvenes y el mercado de la vivienda en 2022”, publicado por el portal inmobiliario Fotocasa.
“Históricamente España ha sido un país de propietarios, y al igual que las generaciones anteriores, los jóvenes tienen una aspiración muy fuerte de convertirse en dueños de una vivienda. Sin embargo, la precariedad, temporalidad e inestabilidad de su situación laboral y la falta de ahorros les impide adentrarse en la compra del inmueble. A pesar de ello, nuestros jóvenes parecen no rendirse e incrementan más que nunca, su interés por comprar. La demanda de compra actual y la latente para un corto -medio plazo están en niveles máximos. Tanto el sector como la administración pública deben poner el foco en este colectivo de manera prioritaria, haciendo que puedan tener las mismas oportunidades de ser propietarios que sus padres o sus abuelos”, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Este fenómeno, incluso, se registra entre los más jóvenes: en el rango de 18 a 24 años se ha producido un salto importante con respecto a 2021 en este sentido: si entonces eran apenas el 5% los demandantes de alquiler que querían comprar en los siguientes dos años, en 2022 ese porcentaje ha subido hasta el 15%. Con todo, la pretensión de compra entre los actuales demandantes de alquiler sigue siendo más alta en la franja de edad de 25 a 34 años.
Los illuminati, pocos: ¿quién descarta comprar vivienda?
Pese a esta tendencia creciente a favor de la compra de vivienda, sigue habiendo jóvenes que no prevén comprar ni a medio ni a largo plazo. Un grupo que actualmente está formado por el 8% de ellos y que se podrían clasificar en tres perfiles en función de las razones por las que descartan la compra: los que no pueden ni creen que vayan a poder, los que no lo necesitan y los que, simplemente, valoran más las ventajas del alquiler.
El primer grupo está formado por aquellos jóvenes que descartan la vivienda en propiedad porque no pueden acceder a ella ni creen que vayan a poder en el futuro. Un segmento numeroso formado por los que aseguran que su situación laboral les impide comprar (42%) y por los que afirman que los precios de compra no encajan con su presupuesto (24%).
El segundo de los perfiles de menores de 35 años que no prevén comprar está formado por aquellos que no van a adquirir una vivienda porque no lo necesitan. Concretamente hay un 20% que asegura que su familia dispone de inmuebles y no necesita comprar.
Por último, están aquellos que aseguran que la compra no encaja con su estilo de vida (6%). A este grupo hay que sumar los que prefieren el alquiler por la libertad y flexibilidad que les ofrece (11%) o los que prefieren no destinar la mayor parte de sus ahorros o ingresos a la compra de vivienda (9%).
Hace 25 años, Robert T. Kiyosaki popularizó en su libro “Padre Rico Padre Pobre” la mirada de que comprar una casa (más aún con hipoteca) es generar un pasivo no sólo por el crédito, sino por los gastos adicionales que ese capital va a generar para su mantenimiento.