Tras la entrada en vigor de la, Ley Whistleblowing las empresas trabajan por una mayor transparencia corporativa estableciendo canales de denuncia en la organización que mantengan seguros a los empleados que denuncien cualquier irregularidad, ya sea por temas de fraude, soborno, sexismo o similares dentro de la organización.
En este proceso, muchas empresas se han planteado crear y desarrollar sus propios canales internos. Sin embargo, se trata de un proceso complejo que requiere plena dedicación y una atención meticulosa para garantizar la fiabilidad, credibilidad y eficacia del servicio.
De hecho, según los datos internos de Whistleblower Software, empresa nórdica de LegalTech y proveedora de la plataforma de denuncias mejor valorada en G2, 4 de cada 7 empresas (un 57%) se ha planteado desarrollar su propio canal “in-house” y de ellas, el 75% ha descartado la idea por su elevado coste y una tercera parte ha abandonado la idea de subcontratar un equipo para hacerlo, por éste mismo motivo. El 25% restante, descartó la idea por considerar que de este modo no resulta posible alcanzar el nivel necesario de privacidad y seguridad de los datos.
De hecho, el establecimiento y mantenimiento de un canal de denuncia requiere importantes inversiones en infraestructura y recursos humanos, incluidas la contratación y la formación. Además, hay que tener en cuenta factores como los costes de desarrollo y el número de horas de implicación necesarias. En algún momento, también se convierte en una cuestión que hay que sopesar si contratar desarrolladores extra o redistribuir la carga de trabajo entre el equipo existente, cuando hacerlo puede limitar su capacidad para trabajar en otros proyectos comerciales de la empresa.
Las funcionalidades de seguridad suponen, además, uno de los mayores retos porque requiere tiempo y puede que no se lleguen a implementar al nivel que se necesita. De hecho, crear una herramienta para la denuncia de irregularidades no consiste simplemente en crear un formulario para enviar denuncias. Hay que tener en cuenta muchos aspectos relacionados con la privacidad. Por ejemplo, la dificultad de garantizar que los propios desarrolladores no acceden a los datos, si bien el mayor obstáculo suele ser el cifrado de extremo a extremo, algo que ni siquiera ofrecen todas herramientas o software de denuncia.
Whistleblower Software cumple los estándares más altos de privacidad y seguridad de los datos, al tiempo que ofrece una experiencia de usuario excepcional.
Teóricamente, las empresas pueden desarrollar un canal de denuncias utilizando un equipo de desarrollo dedicado, pero esto tiene un coste mucho más elevado y además conlleva mucho tiempo. Desarrollar una plataforma de denuncia de irregularidades 100% conforme a las normas requiere una configuración, un desarrollo y unos conocimientos sobre privacidad muy complicados. En definitiva, las empresas corren el riesgo de no desarrollar la plataforma de acuerdo con las normas de seguridad y privacidad, o bien gastar mucho tiempo y dinero en analizar los requisitos y sufrir un gran retraso en la entrega del producto.
Whistleblower Software es el sistema de denuncia de irregularidades mejor valorado en G2, la mayor plataforma de revisión de software. El sistema se diseñó originalmente para ayudar a las empresas de todo el mundo a cumplir la legislación pertinente en materia de denuncia de irregularidades. Hoy en día, la plataforma es utilizada internacionalmente por bufetes de abogados, organismos públicos, PYME y grandes empresas, y actualmente está disponible para más de tres millones de empleados. El sistema está cifrado de extremo a extremo, proporciona anonimato y garantiza la confidencialidad de todos los datos y comunicaciones. Además, la empresa cuenta con la certificación ISO 27001, la auditoría ISAE 3000 Tipo 2, y cuenta específicamente para España con la Certificación ENS y periódicamente realiza test de penetración.
El 57% de las compañías ha considerado la posibilidad de desarrollar un in-house propio para reportar irregularidades (Whistleblower Software, mejor valorado en G2)
El desarrollo de un canal de denuncias “in-house” implica elevados costes financieros, de personal, de infraestructura y experiencia, además del riesgo de que todas las funciones de seguridad no se implementen al nivel que se requiere.