Según el Barómetro del Sector Hotelero, elaborado por STR y Cushman & Wakefield, en julio de 2024 se alcanzó una ocupación del 75%, superando el 80% en los destinos de sol y playa. Esta gran demanda supone todo un reto para los alojamientos, que deben gestionar con precisión aspectos como la preparación de habitaciones, la organización de servicios de restauración y, especialmente, la planificación de suministros.
En este contexto, IderoTech, compañía española líder en RFID, muestra cómo la Identificación por Radiofrecuencia se puede convertir en un aliado esencial para ayudar al sector hotelero a afrontar con éxito la temporada alta.
Una mejor planificación y control de calidad
La tecnología RFID permite obtener información precisa y en tiempo real sobre artículos como toallas, sábanas, manteles, hamacas y todo tipo de mobiliario que se encuentra en un alojamiento turístico.
Estos datos facilitan una planificación más eficiente según la demanda y permiten alcanzar un mayor conocimiento sobre los productos y servicios que más consumen los visitantes. De esta forma, los establecimientos hoteleros pueden adaptarse mejor a sus necesidades.
Además, actúa como herramienta de control de calidad. Por ejemplo, se podría saber cuántos ciclos de lavado han recibido las prendas textiles, facilitando la toma de decisiones sobre cuándo sustituirlas o reponerlas. También proporciona datos sobre los materiales que las componen, lo que permite aplicar mejores prácticas de conservación. Todo ello se traduce en una mayor durabilidad, una gestión más sostenible y un ahorro de recursos.
Prevención de pérdidas y hurtos
Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el sector hotelero es la pérdida y robo de productos. De hecho, 9 de cada 10 personas admite haber robado en un hotel al menos una vez en su vida según un estudio realizado por Passport-Photo Online.
Gracias a la trazabilidad que aporta el RFID, podemos conocer qué artículos se han extraviado. La etiqueta RFID asigna un código único, y puede ser tan pequeña como un hilo, lo que permitiría detectar con rapidez, por ejemplo, si una toalla no regresa de lavandería. Como consecuencia, se puede cuantificar del impacto real que supone para los hoteles la pérdida de estos productos y prevenir que se produzca esta situación a través de un seguimiento en tiempo real.
Gestión más eficiente y ahorro de costes
Todo lo anterior se traduce en una mayor eficiencia operativa para los hoteles. En la gestión de inventarios, la tecnología RFID automatiza tareas repetitivas, liberando al personal para que pueda centrarse en ofrecer un mejor servicio al cliente. Según la consultora McKinsey, esta tecnología puede reducir entre un 10% y un 15% las horas de trabajo dedicadas al inventario, al tiempo que mejora en más de un 25% la precisión del control de existencias.
El seguimiento detallado y la información que proporciona el RFID también ayuda a prever con mayor precisión los gastos asociados a la temporada alta, así como anticiparse al desgaste y a las pérdidas de equipamiento propias de los periodos de mayor actividad.
Como afirma Maribel Payán Sutil, directora ejecutiva de IderoTech, “gracias a los datos que aporta el RFID sobre los productos y los hábitos de los visitantes, es posible ajustar mejor la adquisición de equipamiento a la demanda del momento, evitar excedentes, anticiparse a posibles pérdidas y, en definitiva, reducir significativamente los costes operativos”.