Aunque España ocupa la posición 32 de 35 en el ranking global, el informe subraya fortalezas que la sitúan como un país con activos estratégicos en crecimiento. Entre ellas destaca una productividad superior a la media europea (58,4€/h frente a 55,5€/h), lo que significa que cada hora trabajada aporta más valor económico que en otros países del continente. También sobresale por tener la segunda tasa más alta de matriculación en educación superior dentro de la OCDE y por una notable penetración de habilidades en inteligencia artificial, que la coloca entre los líderes europeos en este ámbito.
“España reúne factores clave (como talento cualificado, universidades, ecosistemas tecnológicos) que favorecen el crecimiento de sectores intensivos en conocimiento y que, además, la hacen atractiva para colaborar con otros países en proyectos de investigación”, afirma Nick Alexander, director de Enterprise Solutions de Hays para el Sur de Europa.
El informe muestra un impulso claro en sectores estratégicos como tecnología, ingeniería y energías renovables, promovidos por inversión, talento cualificado y ecosistemas regionales en expansión. “España está ganando impulso como el ‘Silicon Valley del sur de Europa’. Ciudades como Málaga, Valencia y Barcelona se afianzan hoy como polos tecnológicos, gracias a alianzas público-privadas y una cultura con alto instinto digital”, afirma Christopher Dottie, director general de Hays para el Sur de Europa. El sector energético también acelera, ya que España aspira a alcanzar el 100% de electricidad renovable en 2050, y se proyecta como uno de los ámbitos de mayor crecimiento hacia 2030.
Un destino cada vez más fuerte para atraer talento internacional
España se está consolidando como un destino atractivo para el talento internacional, impulsado por su calidad de vida, su tejido empresarial y unas políticas de atracción cada vez más competitivas. El país registra una migración neta de 4,1 por cada 1.000 habitantes, muy por encima del promedio de 2,2 del conjunto de países analizados en el informe.
A ello se suman los visados dirigidos a profesionales altamente cualificados y los incentivos fiscales del Régimen Especial para Trabajadores Desplazados (conocido como Ley Beckham), que refuerzan aún más su capacidad para atraer perfiles globales. “Estamos viendo un flujo creciente de profesionales de países como Argentina, Chile o Brasil que ven España como una puerta de entrada a Europa”, explica Alexander.
Además, España se posiciona como una opción eficiente en términos de costes. En palabras de Nick Alexander: “Las empresas pueden contratar perfiles muy cualificados a un coste inferior al de otros hubs europeos comparables, como Frankfurt. Para posiciones senior, esta diferencia es especialmente competitiva”.
La paradoja de la estabilidad
En paralelo, el informe aclara que el mercado laboral español presenta un fenómeno singular, la llamada “paradoja de estabilidad”. La mitad de los profesionales lleva más de seis años en su empresa, lo que incrementa la fidelización, pero limita la movilidad y el reciclaje profesional. Alexander define esta situación como una “’jaula dorada’, en la que los empleados son reticentes a cambiar por los derechos de indemnización acumulados.”
Según la encuesta realizada por Hays a casi 1.000 profesionales en España, más de la mitad reconoce que no cambia de compañía por la inseguridad que les genera afrontar algo nuevo. Un tercio señala que su permanencia se debe a la antigüedad y los beneficios acumulados, mientras que un 10% menciona el miedo a perder la indemnización. El 7% restante atribuye su decisión a otros motivos.
“Las empresas más adaptativas ya están más cerca de sus trabajadores: escuchan, entienden y facilitan su desarrollo. Este es el nuevo movimiento del mercado laboral español”, añade Alexander.