Las ventas netas sumaron 572.363 millones de yenes (3.335 millones de euros), un 132,1% por encima de la cifra previa. Según ha explicado Nintendo, los ingresos crecieron de manera "importante" gracias al lanzamiento de la Switch 2 en junio, consola, además, que cuenta con un precio mayor que su antecesora.
La hoja de resultados ha indicado que el 40,5% de las ventas se efectuaron en el continente americano; seguido de Japón, con un 20,5%; Europa, con un 23,5%; y el resto del mundo, con un 15,5%.
De su lado, los costes en los que incurrió la multinacional entre gastos de producción, venta o administración se elevaron hasta los 515.434 millones de yenes (3.003 millones de euros), un 183% más.
Nintendo sigue confiando para este ejercicio fiscal en alcanzar unas ventas netas de 1,9 billones de yenes (11.069 millones de euros), así como un beneficio neto de 300.000 millones de yenes (1.748 millones de euros). Esto sería un 63,1% y un 7,6% más, respectivamente. El dividendo debería incrementarse hasta los 129 yenes (0,75 euros), nueve yenes más.