Estos datos se extraen del I Observatorio de Ejecución Estratégica realizado por BTS, que aborda algunos de los principales retos que afrontan las empresas a la hora de crear y poner en marcha sus estrategias.
En los últimos años, la forma en la que los cambios afectan a la economía y al ecosistema empresarial ha evolucionado mucho. Ya no se trata de un proceso lineal con un principio y un fin, sino que hablamos de un proceso continuo donde los ciclos de vida de los productos son más cortos, la disrupción tecnológica es constante y las necesidades de los clientes varían rápidamente. Por este motivo, las organizaciones y sus líderes deben estar preparadas para adaptarse ya que esta es la única manera de ser exitosos en esta nueva realidad. Para ello, son necesarias nuevas mentalidades y comportamientos, nuevas formas de trabajar que integren el cambio y la adaptación constante como un rasgo permanente de la cultura organizacional.
En el caso de España, y según los datos extraídos del I Observatorio de Ejecución Estratégica realizado por la consultora BTS, especializada en el lado humano de la transformación y de la ejecución de la estrategia, hasta un 36% de los directivos consideran que sus equipos ofrecen resistencia a los cambios. Mientras, un cuarto de estos señala que el problema es que los líderes se aferran a metodologías antiguas para hacer frente a los retos actuales.
Asimismo, casi la mitad de los directores y más del 35% de los empleados consideran que las dificultades para pivotar o innovar cuando es necesario son producidas por la complejidad de los procesos internos, que dificultan la implementación de las transformaciones necesarias. Al mismo tiempo, existen también disonancias internas entre los equipos a diferentes niveles jerárquicos de las compañías, lo que impide una mayor fluidez y efectividad en los cambios.
El estudio ratifica esa idea al preguntar a los empleados si sienten el apoyo de sus superiores a la hora de implementar la estrategia. En este punto, los trabajadores, reclaman un compromiso mayor de sus supervisores y directores, ya que más de la mitad (56%) afirman contar solo “en cierta medida” con el respaldo de los rangos superiores. Por ello, las empresas deben empezar a tomar mayor conciencia y proponer nuevas soluciones y metodologías que permitan reaccionar de forma más adecuada ante la incertidumbre actual en los mercados.
La fuerza de los Change-Ready LeadersTM
En estos momentos, las organizaciones necesitan desarrollar mentalidades que acepten el cambio como parte de su rutina diaria. De esta forma, la organización estará mejor preparada para afrontar la incertidumbre y crecer.
En este sentido, los Change-Ready Leaders ven el cambio como una fuente de nuevas oportunidades. Este tipo de liderazgo, que BTS y sus expertos contribuyen a desarrollar a través de sus servicios de transformación y consultoría, crea un entorno donde las personas aprenden, se adaptan y afrontan los cambios juntos.
Estos líderes marcan la visión y son ágiles en su ejecución. Se apalancan en datos para responder rápido a los cambios del entorno y aprovechan las oportunidades nuevas que surgen con un claro sesgo a tomar acción. Tesla es un gran ejemplo de responder rápido a los cambios constantes, de experimentar y pivotar; y Tesla es quien ha marcado la dirección de toda una industria. Las organizaciones change-ready entienden la importancia de cambiar el músculo organizacional de planificación estratégica: el acto de planificar es un mejor predictor del éxito que el plan en sí mismo. Entienden que los planes lineales a largo plazo ya no son útiles; saben que lo importante es estar preparados para múltiples escenarios futuros, pivotar en función de los cambios y experimentar.
Tal y como señala Marta Zaragoza, Executive Vice President & Global Partner en BTS, “cuando un cliente quiere lanzar una nueva estrategia, ayudamos a que sus líderes adopten la mentalidad de “dueños del cambio”, a que hagan suya la nueva estrategia a través de una simulación de su propio negocio en la que experimentan con el estado futuro del mismo y entienden lo que se necesita de ellos para ser exitosos. Esta metodología permite practicar en un entorno libre de riesgos y desarrollar su pensamiento estratégico. Como resultado, se acelera la activación de la nueva estrategia”.
“Cuando el cambio es algo constante, recurrente, no puede ser solamente impulsado desde arriba, desde la alta dirección. En lugar de ello, resulta más útil enganchar a la organización y hacerles partícipe del cambio, aflorando continuamente las barreras y obstáculos en el camino.”, apunta Zaragoza.
“De esta forma, el cambio se acepta como algo continuo y necesario para el crecimiento. Esta nueva mentalidad, en lugar de asociar el riesgo con el cambio, comprende que el verdadero riesgo para el negocio es no contar con capacidad de adaptación. El cambio no solo es necesario, sino que también es ventajoso para las empresas que se adaptan”, continúa la directiva de BTS.
“En definitiva, el cambio ya no es un desafío ocasional que se debe resolver lo antes posible, sino la característica que define a prácticamente todos los mercados e industrias. Las empresas más preparadas abrazan la adaptación como parte de su ADN”, concluye Marta Zaragoza.