Acorde a un mensaje interno dirigido a la plantilla consultado por 'The Wall Street Journal', la compañía habría apuntado a un "proceso de rendición de cuentas" a partir de enero de 2025 que se abriría contra quienes no se ajusten a esta directriz, que lleva vigente dos años. La sanción potencial más grave sería el despido.
No obstante, también se relajarán ciertas reglas previas, como aquella que estipulaba que el martes debía ser obligatoriamente presencial. En este sentido, ahora se permitirá a los responsables de los distintos equipos fijar un día concreto de manera individual.
"Seguiremos apoyando a nuestros gerentes mientras hacen que sus equipos rindan cuentas sobre la actual política de trabajo híbrido", ha asegurado un portavoz de la multinacional en declaraciones a 'Bloomberg'.