Un concepto en el que no puede faltar la sopa, que llega con los fideos servidos de forma independiente y “su alma”, un buñuelo hecho con miga de pan, ajo, perejil y huevo, muy típico en la capital. Al igual que acompañarlo con tomate, cebolla y piparras. Junto a él, un “pucherín” con el que se vuelca el caldo sobre los fideos –ya nunca más podrás decir que la sopa quedó más ligera o espesa–, añadir algunos garbanzos o, como manda la tradición, tomarlo directamente en diferentes vuelcos. Porque no puede faltar, además de los garbanzos castellanos, una cuidada selección de carnes que incluye morcillo, chorizo de Burgos, morcilla asturiana, panceta ibérica y punta de jamón. Respecto a las verduras, incorpora repollo, zanahoria, nabo y patata “Mona Lisa” gallega.
Cocido en dos vuelcos servido en pucherín
“Lo hacemos a fuego lento en la brasa durante 10 horas, con una cocción lenta a menos de 60º C”, nos cuenta Javier Utrero, Jefe de Cocina de Casa Suecia. Quien no duda en compartirlo tal y como lo aprendió a hacer en su casa junto a su abuela. “Yo sigo la receta tradicional de mi familia, paso a paso. Pero un buen cocido lo que más necesita es tiempo, además de utilizar una materia prima de muy buena calidad”, añade.
Cocido “en dos vuelcos”: 28 €, por persona.
Todos los días a mediodía, en Lobby Bar