Y más: el consumo suma ya cuatro meses en retroceso y pierde 2,3 puntos porcentuales en acumulado anual, frente a los datos previos al período estival.
“Los últimos datos de la estadística del cemento continúan apuntando a una desaceleración del sector constructor en nuestro país -analiza Aniceto Zaragoza, director general de Oficemen-; que recoge cifras de baja en torno al 10% en el sector. “En un contexto económico de inflación y escasa inversión, reforzar la colaboración público-privada podría paliar en parte el lastre que suponen actualmente los elevados volúmenes de obra sin ejecutar”, agrega Zaragoza.
Entre los meses de julio y agosto se consumieron en España 2.370.615 t de cemento, lo que supone 180.486 t menos que en el mismo período del pasado año.
Las cifras del año móvil (sep’21-ago’22) avalan igualmente la ralentización ya que, aunque aún indican un crecimiento del 2,8%, reflejan un retroceso de dos puntos porcentuales respecto a los datos de junio. Además, esto ha provocado que, en valores absolutos, el consumo de los últimos 12 meses caiga, por primera vez en lo que va de año, por debajo de los 15 millones de toneladas.
Mucho peor aún son los datos de exportaciones, que -en los dos primeros cuatrimestres del año - se sitúan ya en el 21,4% de caída, con un volumen exportado de 3.757.431 t hasta agosto, lo que supone la pérdida de más de un millón de toneladas respecto al mismo período del pasado año.
“Los costes eléctricos de nuestro sector se han incrementado un 400% en los últimos dos años, una situación que se agrava cada día por la crisis energética que sufrimos. Sin unos costes eléctricos competitivos, es imposible que nuestra industria, que durante muchos años ha liderado el mercado exportador de cemento, pueda seguir compitiendo con otros productores del arco mediterráneo que pagan mucho menos por sus insumos energéticos, como Argelia, Turquía o Egipto”, resume Zaragoza.