En un viaje épico digno de las aventuras de "El Señor de los Anillos", siete valientes ejecutivos emprendieron una travesía en bicicleta por el Camino de Santiago con una misión solidaria: recaudar fondos para un hospital en Uganda. Como la Comunidad del Anillo, cada miembro del grupo aportó su propio conjunto de habilidades y fortalezas para superar los desafíos que encontraron en su camino.
Los protagonistas de la aventura
David Fernández, Santiago Estrada, Ricardo Fabre, Javier Lozano, Tim Seck, Pedro García, Marcos Mora y Alberto Fernández conforman esta "Comunidad del Anillo Empresarial". Similar a los elfos, hobbits y humanos que unieron fuerzas en la Tierra Media, este diverso grupo de ejecutivos trabajó juntos por un objetivo común. Cada uno asumió un papel crucial en esta empresa, reflejando la solidaridad y la amistad que caracterizan tanto a la obra de Tolkien como a su propia aventura.
Cómo nació la idea del proyecto
La semilla de esta aventura se plantó durante una sesión de teambuilding. Un amigo de la infancia de uno de los ejecutivos compartió su experiencia en el sector de la salud y en ONG, trabajando en Afganistán y Uganda. Sus relatos sobre la falta de atención sanitaria básica y las altas tasas de mortalidad infantil conmovieron profundamente al grupo. Decidieron entonces que debían hacer algo al respecto, y así nació el proyecto de construir una planta solar de 600 kW en dos fases para un hospital en Uganda, logrando una iniciativa carbono neutro.
Preparación y desafíos
La preparación para este viaje no estuvo exenta de dificultades. Dos miembros, Javier y Eduardo, no pudieron unirse al viaje en bicicleta debido a lesiones. Javier, sin embargo, se sumó al equipo proporcionando apoyo logístico esencial, demostrando que la solidaridad no conoce barreras. Eduardo, a pesar de su lesión, estuvo presente en la meta para recibir a sus compañeros, encarnando el espíritu de resiliencia y amistad que define a este grupo.
¿Por qué un hospital en Uganda?
El grupo eligió apoyar un hospital en Uganda para asegurar que su contribución tuviera un impacto significativo y sostenible. Este hospital necesitaba energía limpia para funcionar eficientemente y proporcionar servicios esenciales, subrayando el compromiso de los ejecutivos con la sostenibilidad y el desarrollo global.
¿Por qué el Camino de Santiago en bicicleta?
El Camino de Santiago fue elegido por su simbolismo profundo de introspección, esfuerzo personal y conexión con la naturaleza. Realizarlo en bicicleta añadió un desafío físico adicional y reforzó el compromiso del grupo con la sostenibilidad. David Fernández comentó: “Si todos pudieran ver el mundo de la manera en que nosotros lo hemos visto en este viaje, se darían cuenta de la importancia de cuidar nuestro entorno”.
Lo que más enriqueció a nivel personal
Cada miembro del grupo encontró un valor incalculable en la experiencia. Aquí dejamos una de las reflexiones que más nos llamó la atención “No vemos el impacto que tenemos hasta que nos enfrentamos directamente con la realidad de quienes necesitan ayuda”. Este viaje les mostró la importancia de conservar y valorar lo que tenemos, y la fortaleza que reside en la unión y el apoyo mutuo.
El futuro de la iniciativa
“La experiencia ha sido tan enriquecedora que ya están considerando hacer de esto un reto anual”, menciona Javier Lozano. La idea de incorporar diferentes áreas de la compañía y otros desafíos similares ha sido bien recibida. “Es una forma increíble de fomentar el teambuilding y la solidaridad dentro de la empresa”, añade Pedro García.
Y este solo es el principio de una saga que continuará con nuevas aventuras solidarias de esta “Comunidad de la Energía” que seguiremos con atención y que esperamos contar quizás también viviendo la aventura
Reflexiones finales
Como la Comunidad del Anillo, estos ejecutivos demostraron que, con determinación y un propósito claro, cualquier desafío puede ser superado. Su viaje no solo recaudó fondos para un hospital, sino que también dejó una huella imborrable en cada uno de ellos. En el Camino de Santiago, encontraron no solo un destino, sino una nueva perspectiva sobre la solidaridad, la amistad y la resiliencia. Un viaje épico, con un propósito solidario, que será recordado como una aventura digna de la Tierra Media.
Nota de agradecimiento
La experiencia y los logros de este grupo no habrían sido posibles sin el apoyo de sus compañías, MN8 y Smarkia, y la comunidad que los rodea. La esperanza es que su viaje inspire a otros a emprender retos similares y a contribuir a causas nobles alrededor del mundo.