La cita, que se desarrollará en Montevideo, puede ser el escenario para cerrar unas negociaciones que se han alargado durante más de 25 años y que se iban a concretar en 2019, aunque finalmente terminaron en punto muerto en 2019 por las críticas del sector agropecuario europeo, liderado por la voz disonante de Francia.
Los presidentes de los cuatro países del Mercosur se encuentran optimistas ante la posibilidad de que se cierre el acuerdo antes de terminar 2024, encabezados por el mandatario brasileño, Lula da Silva, quien es uno de los firmes defensores de concretar el tratado comercial.
A finales de noviembre, el presidente de Brasil infravaloró las críticas de Francia al acuerdo, apuntando que quien tiene la potestad de dar luz verde es la Comisión Europea y no "los franceses".
Por su parte, el ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, también ha abogado por culminar el acuerdo esta misma semana, al creer que "beneficia a todos los países" firmantes, por lo que "no debería haber ningún problema" para que se siga trabajando en esta línea.
Este acuerdo sería "histórico", tal y como ha expresado en los últimos días el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Omar Paganini, quien espera que se llegue a un acuerdo, y no a su firma, ya que esta requiere de "una serie de procesos mayores".
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Rubén Ramírez, ha valorado como "una oportunidad" el acuerdo con la Unión Europea, aunque ha puntualizado que debe tener en cuenta los propios intereses del país.
TRATADOS CON TERCEROS PAÍSES
Las posiciones políticas y económicas de los mandatarios de los países del Mercosur son semejantes a la hora de abordar el acuerdo con la Unión Europea, pero difieren respecto a la línea comercial que se debe tener en relación con terceros países.
Precisamente, en la cumbre de Montevideo está prevista la asistencia del presidente de Argentina, Javier Milei, quien declinó acudir a la pasada cita de junio celebrada en Asunción (Paraguay). Su presencia apunta a ser un motivo de debate ya que el mandatario está a favor de abrir negociaciones comerciales con otros países al margen del bloque del Mercosur, como con Estados Unidos, una vez que se produzca la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Milei ha defendido más acuerdos comerciales bilaterales, algo que actualmente no está previsto en el Mercosur. Los países del bloque se comprometieron a negociar de común acuerdo porque los productos importados por uno de los miembros pueden circular libres de aranceles hacia otros países.
El presidente argentino podría encontrar como aliado a su homólogo uruguayo, Luis Lacalle Pou, que siempre se ha expresado a favor de llegar a acuerdos con otros países, ante el callejón sin salida que lleva años suponiendo el tratado con la Unión Europea.
"Yo no creo que los acuerdos unilaterales sean el camino", manifestó, por su parte, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, esta misma semana, defendiendo el movimiento por bloques económicos.
Lo que no se avance en esta cumbre respecto a este y otros asuntos podría quedar en papel mojado de cara a los siguientes meses ya que, por un lado Milei asumirá la presidencia pro témpore del Mercosur y, por otro, se dará el relevo en la presidencia de Uruguay, con la llegada en marzo de Yamandú Orsi (que también asistirá a la cumbre de esta semana), que tiene una ideología más próxima a Lula da Silva.