Concretamente, el 22% temen que los inquilinos que les estropeen la vivienda, el 12% ha tenido malas experiencias, el 11% considera que no existen beneficios fiscales suficientes que compensen los riesgos y el 16% prefiere vender para no tener problemas de impagos.
Tiene sentido, ya que, según fuentes de Eurostat, España ha sido el país de la Unión Europea con mayor aumento del número de personas que se retrasaron en los pagos de la hipoteca, el alquiler o las facturas entre los años 2019 y 2021.
Con el objetivo de arrojar luz sobre cómo se puede revertir esta situación, y qué medidas debería tomar el sector para evitar estos riesgos a los propietarios y las funestas consecuencias que tiene en el mercado del alquiler, Eduardo Garbayo, Head of Business and Operations de Spotahome afirma que “estas medidas pueden ser ofrecer seguros de impagos, medidas antifraude, seguros de protección de daños o análisis de los datos de comportamiento para poder ofrecer más garantías”, afirma el directivo.
La morosidad de los inquilinos que alquilaron a un propietario de Spotahome ha sido del 0,28% en el cuarto trimestre de 2022. Ese pequeño porcentaje de impagos ha sido asumido por la plataforma como parte del aval que ofrece a sus propietarios.
“Por ejemplo, un propietario que alquila su vivienda a través de Spotahome, en su programa Plus, tiene un inquilino validado por su modelo de antifraude que utiliza las últimas tecnologías y herramientas del mercado, con solvencia asegurada. Además, tiene la seguridad de que Spotahome paga la renta el día 5 de cada mes, independientemente de que el inquilino haya o no pagado, y el propietario tiene protección de impago (via Aval) por 6 meses de renta y protección ante daños de hasta 2 meses de renta. Gracias a este mecanismo de seguridad, el 100% de los propietarios han cobrado la renta del alquiler en dicho periodo”, asegura Garbayo.