Pero hay otras trabas a la hora de alquilar que han ganado protagonismo en el último año. Una de ellas es la escasez de oferta, un problema con el que aseguran toparse el 39% de los demandantes de vivienda en alquiler. Además, se trata de un obstáculo que crece, ya que, si en 2022 afectaba al 38%, en 2021 apenas era sufrido por el 32%.
“Los inquilinos son el colectivo que más sufre la situación de un mercado del arrendamiento en crisis de sobreprecios provocada por el desequilibrio de oferta y demanda y por la inestabilidad jurídica existente. Son el colectivo vulnerable que se encuentra con un mercado muy compacto en el que hay poca rotación de inquilinos, donde se alarga el proceso de búsqueda y al que cada vez es más difícil acceder. Así, la primera opción habitacional para los demandantes se convierte en un desincentivo para la emancipación, y un retroceso en mejorar el futuro de la sociedad”, comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Declaraciones de María Matos, directora de Estudios de Fotocasa
Además, este año irrumpen con fuerza dos dificultades con las que los inquilinos tienen que hacer frente a la hora de alquilar. Por un lado, los requisitos que imponen los propietarios de la vivienda, tales como la fianza, el tipo de contrato, etcétera. Esta cuestión complica la búsqueda al 38% de los inquilinos. Por otro lado, el alto desembolso inicial al que ha de hacerse frente, que afecta al 37% de los demandantes.
Por el contrario, una complicación que parece ir resolviéndose es la del estado de las viviendas, que, si en 2020 era una dificultad para el 41% de los inquilinos, fue incrementándose durante los dos años siguientes hasta alcanzar al 46% de los arrendatarios. Sin embargo, en 2023 este obstáculo ha perdido importancia, rebajándose hasta únicamente el 38%, un porcentaje inferior incluso del dato prepandémico.
Estas dificultades no afectan de la misma manera a todos los inquilinos, sino que en función de su edad o su ubicación algunas se agudizan más o menos. En este sentido, los estratos más jóvenes sufren más por los precios. Así lo admiten el 73% de los que tienen entre 25 y 34 años. Sin embargo, para los que están entre los 45 y los 54 años resulta más complicada la búsqueda debido a la escasez de oferta. Es como lo percibe el 47% de los inquilinos de este rango de edad consultados.
A nivel territorial, la problemática del precio, aunque sea transversal a todas las comunidades autónomas, incide más en el caso de Andalucía y la Comunidad Valenciana, ambas con un 74%. Por otra parte, la insuficiencia de ofertas es especialmente relevante en la Comunidad Valenciana, donde alcanza al 47% de los inquilinos. También en este territorio afecta especialmente el problema del estado de las viviendas (48%), un motivo que también destaca en Cataluña, con el 44%.
Uno de cada cuatro demandantes necesita financiación para los pagos iniciales
Merece la pena profundizar un poco más en ese 37% de demandantes de alquiler que asegura que el desembolso económico inicial es un problema. Y es que uno de cada cuatro de los que efectivamente han llegado a alquilar no tenía suficiente dinero ahorrado. Para ser precisos, solo el 73% de ellos disponían de recursos propios suficientes para los pagos iniciales. El resto tuvo que pedir prestado a alguien de confianza (17%), obtuvo financiación de un banco (7%) o de algún otro tipo de entidad (5%).
Estos porcentajes, con leves variaciones, son comunes a casi todos los rangos de edad con dos excepciones. Así, entre los 45 y los 54 años la capacidad de afrontar los primeros pagos por sus propios medios alcanza al 76% de los particulares que han alquilado. Y, en el otro extremo, en el segmento más joven (18-24) apenas alcanza el 67%. Este grupo, que lógicamente cuenta con menos ahorros por una mera cuestión de ciclo vital, recurre principalmente (31%) a familiares, amigos o conocidos para solventar este inconveniente y apenas considera la opción bancaria (2%).