Sin dudarlo, me lancé a una maratón de llamadas al centro de atención al cliente de Air Europa, pero el destino parecía burlarse de mi determinación. Después de múltiples intentos y más de una hora y media de espera en el purgatorio musical del teléfono, la incertidumbre se volvió mi compañera. La situación se volvió aún más desesperante porque me encontraba de viaje, obligado a tomar una medida drástica: cancelar mi tarjeta de crédito. Hoy, me enfrento al dilema de no poder utilizar mi tarjeta de débito ni sacar dinero de un cajero. La experiencia como cliente en esta encrucijada ha sido, sin lugar a dudas, un auténtico desafío.
Entre interminables esperas en busca de una respuesta, esta experiencia me llevó a reflexionar sobre la seguridad de nuestros datos personales y trajo a la memoria un episodio anterior.
La noticia positiva es que Air Europa, en esta ocasión, ha reaccionado a tiempo.
No es la primera vez que enfrentan un problema de seguridad cibernética; en 2018, sufrieron una violación en sus sistemas de seguridad informática que comprometió los datos personales y bancarios de casi medio millón de clientes. Como resultado de este incidente, han recibido una multa de 600.000 euros de la Agencia Española de Protección de Datos. El organismo público entendió que las medidas de seguridad, tanto técnicas como organizativas, desplegadas por Air Europa no eran las apropiadas para garantizar un nivel de seguridad adecuado que impidiese el acceso no autorizado a los datos de sus clientes.
Este incidente plantea una pregunta importante: ¿deberían las empresas tener almacenados nuestros datos bancarios?
El Estándar de Seguridad de Datos para la Industria de Tarjeta de Pago, conocido como PCI DSS v3.2, Son una serie de reglas y normativas cruciales para proteger la información de las tarjetas de crédito y débito utilizadas en todo el mundo. Este estándar fue desarrollado por el Payment Card Industry Security Standards Council (PCI SSC), una organización global compuesta por gigantes de la industria de tarjetas de pago como Visa, MasterCard, American Express, Discover y JCB.
El PCI DSS v3.2 establece pautas estrictas para garantizar la seguridad de los datos de tarjetas de pago y prevenir el fraude cibernético. Actúa como un salvaguardia que protege la información sensible de los usuarios, como los números de tarjeta y los códigos de seguridad, de ser robados o utilizados de manera incorrecta.
Este estándar distingue dos tipos de datos y el tratamiento que deben recibir:
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Datos del titular de la tarjeta: Se pueden almacenar, pero con medidas de seguridad, como el cifrado.
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Datos confidenciales de autenticación: No se pueden almacenar, ni siquiera cifrados.
El incumplimiento de estas normativas no conlleva sanciones directas del estándar PCI DSS, pero las entidades bancarias y emisoras de tarjetas pueden aplicar sanciones. Además, la reputación de las empresas podría verse afectada en caso de una fuga de información.
Es fundamental que las empresas se adapten a estas normas para garantizar la seguridad de los datos de los clientes y evitar sanciones. La seguridad cibernética es un tema crítico en la actualidad, y el cumplimiento de estándares como PCI DSS es esencial para proteger a los clientes y a las propias empresas.
Por segunda vez Air Europa ha puesto en riesgo datos críticos de sus clientes .
Esta vez nos ha tocado a nosotros "vivir la experiencia". Si bien nos vemos vulnerados y se han expuesto datos críticos y sensibles que Air Europa haya reaccionado a tiempo a permitido que podamos reaccionar, a pesar de los "daños colaterales".
Aún así seguimos esperando respuesta…