La declaración de la renta es uno de los trámites fiscales más importantes para los contribuyentes en España. Cada año, más de 20 millones de personas, entre ellos autónomos y pymes, deben presentar este informe obligatorio para regularizar su situación con la Agencia Tributaria en relación con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sin embargo, cumplir con esta obligación se ha vuelto cada vez más complejo debido al aumento de normativas fiscales y laborales, hasta el punto de que el 93% de los autónomos considera que las cargas administrativas han aumentado en los últimos tres años, tal y como analiza el último Barómetro de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), lo que genera estrés financiero y dificulta la gestión eficiente de sus negocios.