La gestora de activos alternativos se ha juntado con las firmas Jones Lang LaSalle y Eastdil Secured para obtener asesoramiento sobre la posible operación, según ha informado 'Bloomberg' a través de personas conocedoras del proceso y ratificaron a Europa Press en fuentes del sector.
De acuerdo a estas fuentes, las propiedades objeto de una posible venta son administradas por Fidere Patrimonio Socimi, una empresa que Blackstone adquirió inicialmente en 2013. Asimismo, y pese a esa hipotética venta de activos, el gigante inversor estadounidense seguiría manteniendo la propiedad de la plataforma de gestión.
En un plano más amplio, el resurgimiento de la actividad de los grandes fondos estaría motivando el movimiento de esta venta de activos en España tras tres ejercicios de escasa actividad en el sector de las transacciones inmobiliarias.
La gestora también ha llevado a cabo otros acuerdos en España, como cuando el Santander anunció en 2017 el acuerdo de venta del 51% del proyecto Quasar a Blackstone. Se trataba de la cartera de inmuebles, créditos dudosos procedentes del sector inmobiliario y otros activos relacionados con la actividad inmobiliaria procedentes del Banco Popular, en una operación que constituyó una de las mayores de la historia inmobiliaria española.