Villarejo de Salvanés rinde tributo a los que en otro tiempo fueron tan temidos y odiados como respetados: los tercios viejos. Dominadores de los campos de batalla de medio mundo durante siglo y medio, esta unidad de infantería atesora una cantidad de historias y relatos fantásticos de tal magnitud que era de recibo dedicarle un museo, en el que se hablara de sus orígenes, sus mayores logros, su deriva y su inevitable final. Y no hay mejor lugar para establecer dicho museo que la Torre del Homenaje, emblema de Villarejo de Salvanés y desde el que proseguir en nuestra visita descubriendo la historia que liga estrechamente al pueblo con los Tercios.
Para entender la estrecha vinculación entre Villarejo de Salvanés y la histórica unidad de infantería española, hay que remontarse 450 años atrás, cuando tuvo lugar un episodio que marcó para siempre nuestra historia: La batalla de Lepanto. En ella participó Don Luis de Requesens, Comendador Mayor de Castilla y principal lugarteniente de Don Juan de Austria. Requesens prometió que, de conseguir la victoria sobre los turcos, mandaría construir un convento en honor a la Virgen de la Victoria allá donde estaba situada su Encomienda: Villarejo de Salvanés.
Más de cuatro siglos después y en conmemoración del 450 aniversario de la batalla de Lepanto, la Torre del Homenaje de Villarejo de Salvanés abrió sus puertas como el primer museo de los Tercios españoles. A través de sus cuatro plantas, los visitantes podrán desentrañar los secretos de tan temible tropa, así como conocer sus orígenes, esplendor e inevitable declive.
En la planta baja se trata de establecer la relación entre los Tercios y Villarejo de Salvanés, haciendo referencia a lo anteriormente citado y que funciona como hilo conductor durante el resto de la visita. La primera planta está dedicada al nacimiento y la evolución de la unidad militar. No faltará la referencia a su gran valedor y mente maestra, el Gran Capitán, así como la creación de los ‘tercios viejos’ (Génova, Lombardía y Sicilia), y los ‘tercios nuevos’ (como el de Galeras, la primera unidad de infantería de marina de la historia). Fue bajo el mandato del Emperador Carlos V y Felipe II cuando empezó a afianzarse el liderazgo de estas tropas, venciendo en batallas como Pavía, San Quintín y Gravelinas.
La segunda planta muestra la hegemonía y el dominio de la infantería española por medio mundo. Principalmente, se nos cuenta la historia de la batalla de Lepanto, en 1571, que supuso el freno a la expansión otomana por el mediterráneo y la consolidación del cristianismo. También se muestra la Guerra de los 80 años, en la que el Imperio Español se batió con los rebeldes flamencos en Flandes. Y ya en la tercera planta, ‘honor, valor, sangre y barro’. Se trata de un repaso por los grandes hitos en los que los Tercios estuvieron presentes. Algunos más afortunados como ‘El milagro de Empel’ o ‘El sitio de Breda’. Otros menos lucidos como ‘la armada invencible’ y su inevitable ocaso bajo el gobierno del Conde-Duque de Olivares. Todo un homenaje a unas unidades que mantuvieron a raya a medio mundo y permitieron que El Imperio Español fuese la potencia dominante durante casi dos siglos. Para los amantes de la historia o simplemente los curiosos que desconocían el papel que desempeñaron los Tercios, este museo es un tesoro esperando a ser descubierto en Las Vegas & Alcarria Madrileña.