La exposición prolongada a este tipo de aire tiene consecuencias que van más allá de una simple molestia. A corto plazo puede provocar fatiga, dolor de cabeza, irritación ocular y disminución de la concentración. A largo plazo, se asocia con problemas respiratorios, cardiovasculares e incluso metabólicos. En entornos laborales, la combinación de mala calidad del aire y sedentarismo genera un círculo vicioso: menos oxígeno disponible, menor energía y menos motivación para moverse, lo que agrava el impacto sobre la salud.
Los especialistas recomiendan ventilar de forma cruzada al menos dos veces al día durante diez minutos, evitar fumar en interiores, reducir el uso de aerosoles y productos con químicos volátiles, incorporar plantas que ayuden a filtrar el aire y mantener limpios los filtros de los sistemas de climatización y purificadores. Son medidas simples que pueden marcar una diferencia en la calidad del aire que respiramos.
La ciencia también explora soluciones más avanzadas. En los últimos años se han desarrollado tecnologías capaces de controlar temperatura, humedad y pureza del aire, e incluso de regular la concentración de oxígeno para simular altitudes moderadas, una técnica conocida como hipoxia controlada. Inspirada en el entrenamiento de atletas en altura, esta innovación busca mejorar la salud metabólica y cardiovascular. Empresas como Daikin han adaptado este concepto a entornos cotidianos, desarrollando sistemas que pueden instalarse en oficinas o espacios de trabajo para recrear estas condiciones de forma segura y controlada.
Estudios recientes muestran que ejercitarse en un ambiente con menor concentración de oxígeno puede ayudar a reducir picos de glucosa después de las comidas, estimular la liberación de hormona de crecimiento y mejorar la función vascular. En Tokio, por ejemplo, un espacio de coworking implementó esta tecnología y observó que quienes entrenaban allí al menos 30 minutos una o más veces por semana lograron disminuir grasa corporal, grasa visceral y presión arterial. Además, una encuesta realizada en julio de 2022 reveló que el 86% de los sujetos se sintieron más motivados a hacer ejercicio gracias a la sala hipóxica.
"En Daikin nos mueve el compromiso con el bienestar de las personas. Con nuestro sistema hipóxico, una solución innovadora que simula elevaciones de hasta 3.900 metros, buscamos no solo favorecer la salud individual, sino también aportar al desarrollo de una sociedad más activa y alineada con los objetivos de la OMS." Afirmó Alejandra Torrillas, HVAC DX Sales Manager en Daikin Argentina.
Cuidar el aire de los espacios donde vivimos y trabajamos es cuidar nuestra energía, nuestra concentración y nuestra salud a largo plazo. No se trata solo de abrir una ventana: es una combinación de hábitos conscientes y, cuando sea posible, de tecnologías que optimicen el ambiente. Porque el aire que más influye en nuestro bienestar no siempre es el que está afuera, sino el que respiramos todos los días, puertas adentro.