En concreto, entre los 24 países encuestados, los consumidores en España se encuentran en el undécimo lugar por la cola, igualados con los austriacos y los británicos, y por debajo de los portugueses (67%) y los italianos (62%). Los ciudadanos más descontentos serían los de Grecia (78%), Rumanía (76%) y Polonia (73%), mientras que al otro extremo se ubican Dinamarca, Suecia y Suiza, las tres con un 50%, y Países Bajos (49%), como los países cuyos habitantes están más satisfechos con su capacidad de ahorro.
En este sentido, pese a que el 86% de la población española analizada reconoce ahorrar parte de sus ingresos mensuales, la mitad de los encuestados ahorra menos de un 10% de su salario mensual: así, el 22% reserva menos de un 5%, y el 32%, entre un 5% y un 10%. De hecho, tan solo el 12% de los consumidores estaría reservando más de un 20% de su salario.
Pedir un aumento de sueldo, una solución para 3 de cada 10 españoles
Esta falta de ahorro provocaría que determinados consumidores no pudiesen hacer frente a gastos inesperados. Tal y como se refleja en el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum, en caso de surgir un imprevisto económico, el 27% de los ciudadanos solo podría permitirse afrontar sin contraer deudas un gasto menor a un mes de su salario. En Europa, el porcentaje asciende al 28%.
De los últimos datos del INE se desprende que los precios de los alimentos aumentaron un 16,6% en febrero en tasa interanual. Un factor que, junto al encarecimiento de otros elementos de la cesta de la compra, el coste de la energía y las elevadas tasas de interés, haya llevado a muchos trabajadores a solicitar un aumento de sueldo para hacer frente a esta situación. Así, el estudio elaborado por Intrum revela que el 28% de los españoles tiene la intención de pedir un aumento de sueldo a su empresa, con el objetivo de compensar este incremento de los costes energéticos y de los alimentos. En el caso de la media europea, la cifra aumenta ligeramente, hasta el 30%.
La situación actual de incertidumbre podría ser el momento ideal para reestructurar el plan de ahorro, elaborando un presupuesto mensual y planificando mejor las compras y los gastos. Así, será posible gozar de una buena salud financiera, cumplir las metas económicas y poder hacer frente a los imprevistos económicos que puedan surgir en la vida diaria sin caer en el endeudamiento.