Entre los resultados más destacados, señala que el 82% de los españoles afirma haber experimentado un aumento en los gastos de sus mascotas a causa de la inflación. Así, se observa que los juguetes (43%), los accesorios (40%) y la comida (39%) son las primeras categorías afectadas por las subidas de precios.
Por este motivo, más de la mitad de los encuestados (59%) asegura haber tenido que cambiar su estilo de vida por este motivo. Y es que, según las estimaciones, adoptar una mascota supone un esfuerzo inicial de aproximadamente 250€ para cubrir gastos como artículos de acogida, vacunas, tasas de adopción, etc.
Cuando se trata de analizar los gastos en productos o servicios que las mascotas puedan necesitar, la opinión es clara, el 62% afirma que la alimentación es lo que hace a sus mascotas más felices, seguido de los premios (16%) y los juguetes (11%). De hecho, el 75% siempre adquiere alimentos de calidad para sus compañeros de cuatro patas.
Pero, aunque los encuestados están dispuestos a gastar lo necesario por el bienestar de su mascota, también es cierto que el 61% está preocupado por el incremento que puedan sufrir los gastos asociados al cuidado de sus mascotas, tales como servicios veterinarios o alimentación, a lo largo de su vida.
"Tener una mascota es una experiencia gratificante para todos y de los datos obtenidos se pueden extraer muchas enseñanzas, ya que reflejan que, a pesar de vivir en tiempos de crisis económica, nuestras mascotas son las que más felicidad nos aportan, independientemente de los gastos que nos supongan. Al igual que nos preocupamos por los gastos cotidianos, la previsión presupuestaria para las necesidades de nuestra mascota resulta imprescindible para nuestros bolsillos", afirma Adem Fehmi, especialista en comportamiento canino de Rover.com.
Amor incondicional, más allá del dinero
Según el Centers for Disease Control and Prevention (CDC), vivir con mascotas puede ayudar a reducir el estrés, la presión arterial y el ritmo cardíaco, lo que significa que tener un perro en casa aumenta el bienestar general de las personas. Por ello, está más que justificada la siguiente afirmación, el 84% de los encuestados asegura que, por mucho que hayan subido los precios y los gastos, seguirá teniendo una mascota, e incluso el 75% señala que su perro es lo que más felicidad le produce si analiza todas las cosas en las que gasta dinero.
Pero no solo eso, según la encuesta, el refrán que dice que “el dinero no compra la felicidad” es muy cierto ya que, el 73% afirma que no aceptaría una recompensa de 10.000 euros si eso significase no poder volver a tener mascotas.
Y es que, "el hecho de vivir con un animal de compañía refuerza nuestra autoestima y nuestra forma de relacionarnos como personas. Las mascotas nos ofrecen su presencia, amor y compañía de una forma pura y genuina, lo que explica por qué tanta gente ama a los animales y están dispuestos a hacer todo lo posible por sus mascotas, incluso en tiempos económicamente difíciles", asegura Fehmi.
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