Como sucede casi siempre, Becadvisor nació de un “dolor”. Mientras avanzaba en sus estudios de Derecho, a Pilar Moliné López le hubiera gustado encontrar un portal donde ver qué empresas ofrecían prácticas y cómo habían sido calificadas por otros pasantes.
Pero al entrar en materia, se dio cuenta que del otro lado también había una necesidad y casi naturalmente surgió Becadvisor, la plataforma que vincula -de una manera simple e intuitiva- ambas necesidades.
Así, las empresas pueden publicar una solicitud desde € 79 y en pocos días empieza a recibir los postulantes en la plataforma, donde puede preseleccionarlos (o descartarlos), seleccionarlos (ya en firme) y avanzar en la firma del convenio con las universidades.
Becadvisor trabaja “con todas las universidades excepto la Universidad Autónoma de Barcelona”, precisamente de la misma provincia donde nació la iniciativa que en 2020 fue parte de Aticco Lab, la aceleradora de esa red de coworkings en Cataluña.
Al funcionar como “un Tinder” que solo presenta a las partes, Becadvisor no lleva registro de cuántos estudiantes ingresaron en prácticas efectivamente, pero son varios miles los que ya se postularon a distintos llamados de empresas, desde grandes compañías como Enagás y Telefónica a pymes en cualquier provincia de España).
Con apenas dos años de recorrido con este emprendimiento, Pilar Moliné López y su socio Alfonso Escriche Martínez (https://www.linkedin.com/in/alfonsoescrichemartinez/) están lanzados a una primera ronda de inversión que -principalmente- busca potenciar el conocimiento del servicio e ir mejorando distintos servicios de la plataforma como las reseñas de los becarios (la motivación inicial de Pilar) y la usabilidad de las secciones, siempre con el objetivo de mantener su simplicidad (el famoso KISS que se le reclama a los emprendimientos tecnológicos: keep it simple, stupid).
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