A pesar esa leve mejoría, el dinamismo tendencial se resiente más que otras actividades del sector servicios. Son ya tres meses consecutivos con tasas de crecimiento muy modestas, inusuales en los últimos años, y que van en consonancia con el enfriamiento general de las cifras de inversión en el conjunto de la economía.
A pesar de ello, los indicadores de clima empresarial son positivas; y aun dentro de rangos cautos se mantienen por encima de los promedios de la UE. Según una encuesta de la Comisión Europea a empresarios en mayo, el 63,3% prevé crecimiento en el negocio hasta julio, frente al 36,7% que percibe un empeoramiento. Es el mismo nivel que en la anterior edición del barómetro.
Aunque las expectativas sobre la creación neta de empleo se debilitan, prácticamente duplican el promedio europeo, con un registro +8,8 en una escala de -100 a +100 (frente al +4,9). El sector mantiene su cifra de afiliados por encima del medio millón (503.847) en junio de 2025, habiendo creado 24.692 empleos en los últimos doce meses, y más de 11.300 desde diciembre de 2024.
El 57,6 % de las empresas del sector prevé una mejora en las expectativas de empleo a tres meses, frente al 42,3 % que anticipa un empeoramiento.
Para Antonio Rueda, director de la Fundación VASS y responsable del TIC Monitor, “No hay duda de que estamos ante una coyuntura delicada: si tenemos en cuenta el efecto de los precios, encontraríamos que el sector está decreciendo, en términos reales. Por ello, llama la atención que a pesar de la incertidumbre que atenaza las decisiones de inversión en los clientes, se mantiene la inercia de la creación de empleo. Las expectativas positivas pesan más que la momentánea caída de la facturación por empleado”.
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