En este contexto, es prácticamente obligatoria la adopción de medidas preventivas y el refuerzo de la resiliencia digital.
En el caso de las pequeñas y medianas empresas españolas, la continuidad de negocio no puede quedar en un segundo plano, pues el 60% que sufren un ataque grave no logra sobrevivir seis meses después.
No tener planes de continuidad de negocio bien definidos y no realizar simulacros de recuperación ante desastres da como resultado una falta de visibilidad sobre los tiempos de recuperación. Por ello, los expertos de Cylum recomiendan a las pequeñas y medianas empresas disponer de un plan de continuidad de negocio, adaptado a su tamaño y actividad, en el que es necesario incluir un backup automatizado, cifrado e inmutable, con protocolos de actuación bien documentados y simulaciones de recuperación que incluyan restauraciones completas en entornos aislados.
Esto, junto con la implementación de soluciones de ciberseguridad como sistemas EDR, es esencial para reducir los tiempos de recuperación y mitigar el impacto de los ciberataques. Todo ello sin olvidar la formación y concienciación continua de las personas, especialmente en detección de phishing y protocolos de respuesta ante incidentes.
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