Como destiladores, son cada vez más conscientes de su compromiso y de su contribución a la reducción de las emisiones del sector agrícola. Para Bruichladdich es importante colaborar estrechamente con socios locales que permitan reducir su impacto ambiental para combatir el cambio climático. Trabajar con agricultores locales de Islay les permite ayudar a desarrollar nuevas prácticas de mejora del suelo, evitar el monocultivo, promover cultivos respetuosos con el clima, apoyar la comunidad agrícola y reducir las emisiones de transporte.
Fue en 2016 cuando Douglas Taylor, director de producción de la destilería Bruichladdich, mantuvo una conversación con el agricultor local, Andrew Jones de Coull Farm. Allí, surgió el interés de ambos en probar e innovar con el cultivo de algo nuevo, como el cultivo del centeno.
Con tan solo añadir centeno a su rotación podría combatir el creciente coste de los agroquímicos, evitar el monocultivo y diversificar sus cultivos. Bruichladdich decidió apostar por cosechar en las tierras del agrícola Jones, para innovar con este nuevo grano y convertirlo en whisky.
Esta práctica ha funcionado con éxito y ha suprimido todos los problemas que solían surgir con el cultivo de cebada. El centeno tiene propiedades positivas como la eliminación del exceso de nitrato del suelo, o cómo sus raíces benefician al drenaje de la tierra, preservando al mismo tiempo la humedad.
Una iniciativa que destaca por mejorar la salud del cultivo y reducir costes gracias a la ausencia de productos artificiales y pesticidas. Además, se ha observado que la cosecha de la cebada en tierras explotadas previamente por centeno presenta una mayor calidad. Esto se debe al uso de menos fertilizantes químicos en el cultivo de centeno, lo que permite que el cultivo de cebada que llega después necesite menos insumos.
La última innovación de la destilería Bruichladdich es un ejemplo del impacto positivo que pueden conseguir las empresas apostando por medidas sostenibles. Como resultado, en mayo de 2020, Bruichladdich logró obtener el sello B Corp, convirtiéndose en la primera destilería de ginebra y whisky escocés en recibir esta etiqueta.
Douglas Taylor, director general de la destilería Bruichladdich, afirmaba sobre el lanzamiento de esta edición limitada: “Como destilería de whisky, somos responsables de nuestro impacto ambiental, empezando por conocer su origen y cómo se cultiva nuestra materia prima. Hemos entendido la importancia del centeno como un cultivo rotacional muy beneficioso que reduce la necesidad de elementos artificiales y que mejora la calidad de la tierra. Nuestra única preocupación era la ausencia del mercado de centeno, preguntándonos si algún agricultor querría producirlo. Así que decidimos apostar por la creación de un whisky delicioso mientras apoyamos a los granjeros locales, ayudamos al medio ambiente y mejoramos la calidad de la tierra. The Regeneration Project es el resultado de la creación de un producto delicioso que une sabor y sostenibilidad.’’
Con su más reciente lanzamiento, Bruichladdich busca destacar la importancia de que las empresas tomen un papel activo en el cuidado del medio ambiente y muestren interés en modernizar las prácticas agrícolas a través de técnicas como la agricultura regenerativa. El director general cita: “Como productores de whisky, debemos promulgar con el ejemplo y aportar valor a la comunidad, asegurándonos de que estamos haciendo todo lo que esté en nuestra mano para apoyar a los granjeros locales”.
Tu opinión enriquece este artículo: