El consejero delegado (CEO) de Lamborghini, Stepahn Winkelmann, se muestra reacio a la imposición de aranceles a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China por parte de la Comisión Europea (CE), aunque admite que el impacto será limitado dado la "buena forma" en la que se encuentra el fabricante de vehículos de lujo.
En una entrevista con Europa Press, el empresario berlinés sí que considera "justo" que todas las automovilísticas, sin importar su procedencia, compitan con las "mismas reglas" y por ello cree que existe una situación que "hay que resolver".
Sin embargo, admite que los aranceles europeos que, por el momento, son provisionales no lleguen a ser permanentes a finales del año que viene.
En el mercado automovilístico mundial, el mercado chino tiene un peso del 29% aunque para el segmento del lujo esta cuota de mercado se reduce al 10%. En concreto, en el caso de Lamborghini el peso de China en los resultados del grupo es de entre el 7% y 8%.
"Estamos aquí para correr los cien metros, pero también para el maratón, así que no nos rendiremos en China y allí valoramos una perspectiva a medio y largo plazo", asevera Winkelmann.
Asimismo, desde Lamborghini no temen la posible llegada de Donald Trump, de nuevo, al Despacho Oval de la Casa Blanca a partir de enero de 2025 si gana las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.
El candidato republicano ha asegurado durante la campaña electoral que salvará a la industria automotriz estadounidense de la "destrucción total" ofreciendo su mano a China para que fabrique en Estados Unidos porque, de lo contrario, traerían consecuencias como la imposición de aranceles de importación de hasta el 200% por cada coche que quiera entrar al país. Una situación que podría afectar a China, a Europa y a cualquier otro territorio extranjero que quiera comercializar sus vehículos allí.
"No sobrestimaría las cosas ahora, esperemos hasta las elecciones y luego veremos. Pero la realidad es que Trump ya fue presidente y no fue negativo para Lamborghini", comenta.
Con respecto a las tensiones comerciales y en la cadena de valor del grupo que pudieran ocasionar conflictos geopolíticos como la guerra de Rusia en Ucrania, la crisis en Oriente Medio o las tensiones en el Canal de Suez, el presidente de Lamborghini se muestra confiado en mantener el buen desempeño de los últimos años tras la pandemia de la COVID-19.
"En estos momentos el gran desafío es la electrificación cuyos precios están aumentando y reduciendo los márgenes de muchas marcas", ha avanzado el directivo respecto de las políticas ambientales impulsadas por el Ejecutivo comunitario que dirige Úrsula Von der Leyen y que contemplan la prohibición a la venta de vehículos de combustión a partir de 2035.
ESTRATEGIA DE ELECTRIFICACIÓN
El fabricante del país transalpino tiene como objetivo electrificar todas las gamas de vehículos mediante la implementación de la tecnología híbrida enchufable en los modelos que tiene y sacará a la venta en un futuro con la intención de ser "el primer fabricante de superdeportivos en haber hibridado todas las gamas".
La promesa que hacen desde la dirección de la firma es la de hacer de cada nueva generación de coches unos vehículos con más rendimiento y menos emisiones de dióxido de carbono. A finales de década Lamborghini lanzará su primer coche eléctrico de batería.
"Siempre somos muy conservadores en el enfoque sobre la rentabilidad, pero creemos que será el eléctrico de batería será un coche rentable similar a los que tenemos hoy en día, los híbridos", apunta Winkelmann.
AÑO DE TRANSICIÓN
Lamborghini registró un beneficio operativo de 458 millones de euros durante el primer semestre de 2024, un 0,4% más que en comparación con el mismo periodo del año anterior en plena crisis del sector por la llegada de competencia procedente de China y la desaceleración del mercado, según ha indicado el fabricante italiano este lunes en un comunicado.
Entre enero y junio, la firma propiedad del grupo Volkswagen dice haber registrado unos resultados "récord" en términos de entregas, ingresos y resultados operativos. Una situación que achaca al "éxito comercial" de los tres modelos que produce en estos momentos en la planta de Sant'Agata Bolognese: el Revuelto, el Urus y el Huracán.
En concreto, Lomborghini Automobili entregó 5.558 coches, que le generaron unos ingresos de 1.621 millones de euros, esto es, un aumento del 14,1% con respecto del primer semestre de 2023.
La rentabilidad por vehículo producido alcanzó el 28,2% lo que supone una reducción de cerca de cuatro puntos porcentuales a medida que la compañía se enfrenta a "un mejor equilibrio" entre las entregas y la estabilidad financiera.
En términos de entregas, y en cuanto a los mercados individuales, Estados Unidos sigue a la cabeza con 1.621 coches entregados, seguido de Alemania (595), Reino Unido (514), Japón (354), China continental, Hong Kong y Macao (337) e Italia (268).
"Es un buen momento para Lamborghini y la prueba es que tenemos un gran banco de pedidos por delante que cubren 2024 y buena parte de 2025", valora el directivo del fabricante.
El grupo se prepara ahora para el lanzamiento de una nueva generación de productos con la que fortalecer el posicionamiento de la marca en el segmento de lujo gracias a la "buena" aceptación de los vehículos por parte de los clientes.
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