El caso, cuyas investigaciones se remontan a 2019 y se tradujeron en una demanda en firme ya en 2020, argumenta que las adquisiciones de las dos aplicaciones obedecía a la intención de Meta de impedir que estas pudieran disputar la preeminencia de Facebook a futuro. De prosperar, Meta deberá proceder a deshacer la inversión realizada hace más de una década.
"Las leyes antimonopolio pueden ayudar a garantizar que ninguna empresa del sector privado llegue a ser tan poderosa como para afectar a las vidas de todos los estadounidenses de una forma realmente perjudicial. De eso trata el juicio que comienza hoy", ha explicado el presidente de la FTC, Andrew Ferguson, en una entrevista con 'Fox Business'.
Por su parte, Meta ha rechazado las acusaciones del supervisor asegurando que compite con TikTok, Snapchat, YouTube o X, antiguamente conocida como Twitter. Asimismo, la multinacional ha sostenido que la propia FTC ya tuvo la oportunidad de pronunciarse sobre ambas operaciones en su momento y optó por autorizarlas.