La segunda mesa redonda, titulada “Entorno económico actual y perspectivas del 2024”, ha sido moderada por Vicenç Hernández Reche y ha contado con la participación de Gonzalo Bernardos, economista y profesor de Economía de la Universidad de Barcelona; Judit Montoriol, lead economist de CaixaBank Research; Julián Salcedo, presidente del Consejo Directivo de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente del Consejo General de Economistas; y Luis Fabra, profesor y director de Estudios, así como director de la Cátedra en Mercado Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza.
Gonzalo Bernardos ha vaticinado que “el crecimiento de la Eurozona en 2024 no será nada satisfactorio”. “En España sólo creceremos un 1,2% porque no aprovechamos los fondos Next Generation”. En este sentido, el economista es “optimista sobre los tipos de interés, pero pesimista sobre la creación de empleo”. Bernardos ha alertado de que “lo peor que le puede pasar al sector inmobiliario es que suban tipos de interés y los bancos recorten crédito” y ha previsto que “la recesión económica se acabará en junio de 2024” y que en 2025 “la economía crecerá y los tipos estarán entre el 2% y el 3%, siempre y cuando la banca cumpla”.
Julián Salcedo se ha mostrado menos optimista y ha predicho que “el 2024 será peor que el 2023” y que el crecimiento de la economía española “será insuficiente”. “El sector inmobiliario no se comportó tan mal como se preveía el año pasado, pero la producción de vivienda nueva sigue estancada. Además, los precios no han bajado y su crecimiento ha estado por encima del de los salarios. El problema no es que la vivienda sea cara, es que nuestra capacidad adquisitiva es limitada. En este sentido, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) debe subir mucho más, pero ligado a incrementos de la productividad”.
Judit Montoriol ha incidido en que “el 2024 será un año que irá de menos a más, pues esperamos que el impacto negativo se vaya mitigando y que las economías europeas vuelvan a ganar dinamismo a lo largo del ejercicio”. La experta de CaixaBank prevé “una desaceleración anual de los precios del 1,5-2% en el primer semestre, y un mercado expansivo de cara al 2025”.
Por su parte, Luis Fabra ha señalado que “este año veremos los primeros descensos en lo que a precios se refiere, siguiendo la misma tendencia de los últimos meses del 2023, por lo que los propietarios están más dispuestos a rebajar sus expectativas para facilitar la compra”. En cuanto a los tipos de interés, el experto prevé que “podemos tener alguna alegría a mitad del año, pero el impacto será mínimo en el mercado de la compraventa de viviendas”.