Jóvenes con discapacidad de la “generación Z” se unen para impulsar un cambio definitivo: que las empresas y la sociedad desaprendan prejuicios y descubran el talento de las personas en 2024
El año que acaba de comenzar representa un marco temporal idóneo para encarar un reto pendiente para nuestra sociedad: la inclusión laboral de las personas con discapacidad. Aunque en los últimos años se han experimentado notables avances, con cifras récord de contratación y un mayor compromiso y sensibilidad, el recorrido es aún muy largo. No en vano, su participación en el mercado laboral sigue siendo exigua (solo el 35% de las personas con discapacidad en edad laboral tiene empleo o lo busca), continúan infrarrepresentadas en la Universidad y en la formación cualificada, y la mayoría de los contratos se suscriben en el ámbito protegido (Centros Especiales de Empleo), siendo minoritaria la presencia de profesionales con discapacidad en las empresas ordinarias o entornos convencionales de trabajo.
El año que acaba de comenzar representa un marco temporal idóneo para encarar un reto pendiente para nuestra sociedad: la inclusión laboral de las personas con discapacidad. Aunque en los últimos años se han experimentado notables avances, con cifras récord de contratación y un mayor compromiso y sensibilidad, el recorrido es aún muy largo. No en vano, su participación en el mercado laboral sigue siendo exigua (solo el 35% de las personas con discapacidad en edad laboral tiene empleo o lo busca), continúan infrarrepresentadas en la Universidad y en la formación cualificada, y la mayoría de los contratos se suscriben en el ámbito protegido (Centros Especiales de Empleo), siendo minoritaria la presencia de profesionales con discapacidad en las empresas ordinarias o entornos convencionales de trabajo.