La mitad de los directivos encuestados identifican la comunicación efectiva como el mayor desafío en la gestión de equipos, mientras que el 43% señala la definición y gestión de objetivos como otro reto crítico. Esta situación se agrava en pequeñas y medianas empresas, donde la falta de formación puede ser aún más notoria.
“Hoy en día, es fundamental que las organizaciones establezcan una cultura de liderazgo transversal, ya que muchos de los desafíos que enfrentan están relacionados directamente con la gestión de personas y equipos. Problemas como la falta de alineación, dificultades en la comunicación o la ineficiente organización del tiempo suelen originarse en áreas de liderazgo y gestión. Por eso, es clave desarrollar programas de formación adaptados a las necesidades de cada compañía, orientados a fortalecer las habilidades de liderazgo que permitan crear un entorno de colaboración, motivación y rendimiento sostenido”, señala Antonio Pacheco, Head of B2B de thePower.
La inversión en formación no solo beneficia a los líderes; también es fundamental para la motivación y compromiso de los empleados. De hecho, el mercado de formación para empresas alcanzó en 2023 los 2.150 millones de euros, un crecimiento del 7,5% respecto al año anterior. Esta tendencia refleja la creciente demanda de formación en un contexto de mejora económica y aumento de la inversión empresarial.
Además, el 60% de los managers afirma que sus empresas carecen de un programa formal de desarrollo de liderazgo. Implementar programas de formación no solo potencia el talento interno, sino que también mejora la capacidad de toma de decisiones y crea un entorno de trabajo más motivador y eficaz.
Pacheco subraya la relevancia del liderazgo en las organizaciones, destacando cómo un liderazgo sólido mejora la gestión de equipos y crea un entorno de trabajo saludable. “Un liderazgo efectivo no solo facilita la colaboración y la comunicación dentro del equipo, sino que también tiene un impacto directo en la retención del talento clave y en el bienestar general de los empleados. Cuando los líderes inspiran y apoyan, los empleados tienden a sentirse más valorados y motivados, lo cual reduce el estrés y fomenta una cultura organizacional de confianza y estabilidad”.
Desde thePower se buscan desarrollar las habilidades de los empleados de manera que su contribución a la compañía sea mayor. Para ello, es fundamental trabajar sobre aspectos relacionados con el día a día de las personas en las organizaciones. “La riqueza del tiempo es comparable a la salud; la acumulación de pequeños cambios en los hábitos puede transformar nuestra vida diaria. Es fundamental evaluar en qué dedicamos nuestro tiempo y enfocarnos en lo que realmente importa”, concluye Pacheco.
Esta escuela de negocios ha orientado sus esfuerzos hacia el desarrollo de programas que sitúen al cliente en el centro, dejando a un lado formaciones convencionales que no aportan un valor diferencial a las compañías. Habilidades como liderazgo, gestión de equipos, comunicación efectiva y soft skills se perfilan como esenciales para que los empleados puedan adaptarse a un entorno en constante cambio. Y en este sentido, los programas de thePower se diseñan específicamente para responder a las necesidades particulares de cada compañía, asegurando un enfoque único y eficaz.
En resumen, la formación de empleados no es solo una opción, sino una necesidad para el éxito empresarial. Al invertir en el desarrollo profesional de su equipo, las empresas pueden asegurar no solo su crecimiento, sino también el bienestar y la satisfacción de sus empleados.
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