En toda la Unión Europea (UE), hasta 40 millones de personas trabajadoras (15% del total) no puede permitirse unas vacaciones fuera de casa de al menos siete días, dos millones más que en 2021, cuando la cifra era de 37,6 millones.
El mayor aumento se ha producido en Francia, aunque Italia sigue siendo el país con mayor número de personas (más de seis millones) cuyos salarios no les permiten pagar una semana de descanso. Porcentualmente son Rumanía (36%), Chipre (25%) y Grecia (25%) los países que encabezan la lista.
A tenor de estos datos, las cifras para 2023 y 2024 se presumen peores. Esto se debe tanto al aumento del precio de los costes vacacionales como a la caída de los salarios reales en toda la UE debido al aumento de la inflación producida por el aumento de los márgenes empresariales sobre el que organismos como el Banco Central Europeo o la Comisión Europea alertan desde hace más de un año.
"Este es el resultado del aumento de la desigualdad económica que la codicia corporativa está produciendo y que se deja ver en multitud de circunstancias diarias, desde el acceso a una vivienda digna, la imposibilidad de proteger sus hogares contra las altas temperaturas o el disfrute de las vacaciones a las que todos tenemos derecho", lamentan desde el sindicato.
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