Pese a la caída de beneficios, Dell ha anunciado un reparto de dividendos de 1,48 dólares (1,39 euros) por acción, un 12% más que el año anterior. Un primer tramo de 0,37 dólares (0,35 euros) será abonado el 5 de mayo.
En cuanto a los ingresos, estos se situaron en 102.301 millones de dólares (96.355 millones de euros), y representan un incremento del 1,1% comparado con el volumen de negocio de 101.197 millones de dólares (95.316 millones de euros) del año previo.
De su lado, los costes de producción, servicios, venta, generales, administrativos e I+D se mantuvieron prácticamente estables, con una mínima reducción del 0,008%, hasta los 96.530 millones de dólares (90.920 millones de euros). A estos hay que añadir los gastos en intereses, que aumentaron en 3.810 millones de dólares (3.559 millones de euros) respecto al año fiscal 2022.
Sin embargo, en el cuarto trimestre del ejercicio, el beneficio neto alcanzó 614 millones de dólares (578,3 millones de euros), frente al saldo positivo de solo 2 millones de dólares (1,9 millones de euros) de un año antes, un 30.600% más interanual.
Los ingresos trimestrales fueron de 25.039 millones de dólares (23.584 millones de euros), lo que equivale a una caída del 10,6% comparado con la facturación de 27.992 millones de dólares (26.365 millones de euros) de 2022.
No obstante, los gastos también disminuyeron 9,6%, hasta los 23.850 millones de dólares (22.464 millones de euros) por la contención en los costos de producción. Además, el pago por intereses cayó en 1.391 millones de dólares (1.310 millones de euros), lo que explica la vuelta a beneficios.
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