Las empresas de energía y utilities llevan años aplicando soluciones de IA y un 67% de ellas estima que aumentará considerablemente su presupuesto en ellas en los próximos dos años. Así lo revela el informe Ascendant de Minsait (Indra) que, bajo el título IA: radiografía de una revolución en marcha, analiza el grado de adopción de la inteligencia artificial en compañías privadas e instituciones públicas de 15 sectores diferentes de actividad.
El estudio ha evidenciado un alto grado de madurez en la implementación de la IA en el sector. En los últimos años se ha observado cómo las compañías energéticas la integraban en sus distintas áreas de negocio, una tendencia que sigue expandiéndose en la cadena de valor de forma responsable y teniendo en cuenta criterios de coste-beneficio y responsabilidad social. Ahora ya son una mayoría las que tienen planes integrados y trabajan para su aplicación a gran escala en los próximos dos años.
Este uso extensivo se refleja en múltiples casos de uso que las organizaciones ya están aplicando, como la optimización de la planificación y construcción de redes de distribución, la ubicación eficiente de activos críticos o plantas, la anticipación de fallos o conexiones anómalas y la mejora en los procesos de toma de decisiones. Además, un 44% de las empresas del sector están centrando sus esfuerzos en el área de ESG, como el análisis y pronóstico del impacto medioambiental.
También destaca el uso de la inteligencia artificial para identificar, explorar, extraer y transportar recursos energéticos (30%), especialmente la optimización de rutas y los mantenimientos predictivos de las infraestructuras. En relación con las áreas de distribución, un 22% de las empresas utilizan la IA para la detección de fugas y fraude en la red.
Además, cabe mencionar que en el 71% de las empresas, la motivación principal para comenzar a usar la IA o hacerlo de forma intensiva es mejorar la eficiencia y optimizar procesos internos. Sin embargo, a pesar de la variedad y gran cantidad de datos que las empresas energéticas son capaces de captar, especialmente en tiempo real, estas compañías necesitan reforzar su capacidad de análisis para extraer el máximo valor.
El informe también constata que la IA está impactando en las empresas energéticas mediante el empleo masivo de agentes generativos de atención al cliente, la personalización de tarifas y servicios basados en el análisis de patrones de consumo, la optimización del uso de energía a través de sistemas de gestión del hogar inteligentes, y el fomento del uso eficiente y sostenible de energía mediante recomendaciones personalizadas y análisis predictivos.
Pasos hacia un futuro más seguro, sostenible y económico
El mundo de la energía se encuentra en pleno proceso de transformación impulsado por la necesidad de abordar las preocupaciones ambientales, económicas y tecnológicas. Avanzar en desafíos como la transición hacia fuentes de energía más limpia, la optimización de infraestructuras o la gestión de la demanda será vital en los próximos años. Juan Pérez de Cossio, director global del Mercado de Energía y Utilities de Minsait, explica que “la IA supondrá una disrupción en todos los ámbitos y el sector energético no será una excepción. Veremos soluciones cada vez más innovadoras y sorprendentes para los desafíos energéticos que tenemos por delante”. Así, la IA emerge como una herramienta clave para enfrentar estos retos y aprovechar las nuevas oportunidades.
En esta línea, el informe también apunta que un 22% de las empresas ya cuenta con grupos de trabajo dedicados a explorar las oportunidades que ofrece la IA y revela que en un 29% de las compañías las primeras líneas directivas apuestan de manera clara y firme por esta herramienta. Sin embargo, la falta de perfiles especializados en el sector es uno de los principales obstáculos para el 42% de las organizaciones.
El Informe Ascendant Madurez Digital 2024 de Minsait aborda, en su quinta edición, el contexto y grado de adopción de la inteligencia artificial por parte de las empresas y las Administraciones públicas. Para ello, se ha analizado la información aportada por más de 900 organizaciones de España y otros países procedentes de 15 sectores diferentes de actividad.
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