El perfil, según señalan desde la consultora, varía mucho en función de si se trata de compradores residentes o no residentes en el país. Así, el ticket medio de los españoles por la compra de una segunda vivienda se sitúa en torno a los 150.000 euros, mientras que el de los no residentes en España que deciden adquirir una vivienda aquí asciende hasta los 630.000 euros. Un dato que viene explicado por el mayor poder adquisitivo de los segundos, al provenir de países como Países Bajos y Reino Unido.
En cuanto a las zonas elegidas por cada uno de estos perfiles, también encontramos algunas diferencias. El ranking de los compradores españoles sitúa a la Comunidad de Madrid, Cataluña y Málaga como las zonas más escogidas para comprar una segunda vivienda. Sin embargo, las zonas preferidas por los no residentes son la costa de Alicante, la costa Brava, la costa del Sol y las Islas Baleares. Cabe destacar aquí, que muchos españoles escogen zonas relativamente cercanas a su vivienda habitual, mientras que los no residentes en España buscan las zonas más costeras.
Otro dato que destacan desde Bayteca, es el porcentaje de financiación que marca la hipoteca de ambos perfiles. En este sentido, los españoles acceden a una financiación media de alrededor del 70 %, mientras que los no residentes en el país buscan una financiación media del 60 %.
La consultora hipotecaria señala además que los no residentes aprovechan el verano para comprar una segunda vivienda. Así, agosto es uno de los meses en los que más operaciones se registran. Esto se debe principalmente a que los compradores aprovechan el periodo vacacional y el buen tiempo para visitar las viviendas y empezar su búsqueda de hipotecas al regresar de sus vacaciones. Por su lado, la compraventa de segunda vivienda por parte de los residentes en España crece en septiembre, tras el periodo vacacional.
Desde Bayteca, recomiendan que la decisión de adquirir una segunda vivienda sea muy meditada y no nos dejemos llevar por la emoción de las vacaciones. Así, proponen cuatro consejos muy sencillos que ayudarán a meditar esta decisión:
1. Uso a largo plazo. Reflexiona sobre cómo planeas utilizar la vivienda a lo largo del tiempo. Por ejemplo, si piensas en alquilarla cuando no la uses, investiga el mercado de alquiler local. Si es para jubilación, asegúrate de que la propiedad y la ubicación sean adecuadas para tus necesidades futuras.
2. Presupuesto y capacidad financiera. Antes de iniciar la búsqueda, es fundamental evaluar tu situación financiera. Considera no solo el precio de compra, sino también los gastos adicionales como impuestos, mantenimiento y posibles reformas.
3. Selecciona la ubicación adecuada. La elección del lugar es crucial. Piensa en el acceso, la infraestructura, los servicios disponibles y el atractivo turístico o recreativo de la zona. Visita varias veces las áreas de interés en diferentes momentos del año para tener una visión completa.
4. Busca asesoramiento en la financiación. Es recomendable acudir a una entidad especializada en financiación, como Bayteca, para obtener el mejor asesoramiento. Comprar una segunda vivienda es un paso que sin duda repercutirá en tu economía, por lo que debes buscar la hipoteca que más se adapte a tus necesidades.
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