En este sentido, el Instituto del Perdón destaca que la práctica del auto perdón ayuda a reducir los niveles de cortisol —la hormona del estrés—, lo que favorece el funcionamiento del sistema inmunológico y mejora el bienestar emocional. Esta línea de trabajo es una de las que impulsa la UFV a través de formaciones que combinan psicología, filosofía y ética, con el objetivo de acompañar a las personas en su proceso de sanación interior y crecimiento personal.
En palabras de Clara Molinero, psicóloga y directora del Instituto del Perdón de la UFV, "el auto perdón no es un proceso sencillo, pero es una de las herramientas más poderosas para sanar heridas internas". Y añade que "al aprender a perdonarnos a nosotros mismos, rompemos las cadenas de la culpa y nos liberamos de los efectos devastadores que la autocrítica y la vergüenza pueden tener sobre nuestra salud mental".
La relación entre el auto perdón y la salud física y emocional
Diversas investigaciones del Instituto del Perdón evidencian que emociones negativas como el rencor, la ira y la culpa crónica son factores de riesgo para una amplia gama de problemas de salud, como trastornos de ansiedad y depresión, y enfermedades cardiovasculares o digestivas. Según Molinero, "la retención de emociones negativas no solo afecta a nuestra psique, también puede dañar nuestro cuerpo. Practicar el auto perdón nos permite disminuir esos niveles de estrés, lo que contribuye a una mayor armonía entre cuerpo y mente."
La salud emocional, que implica la capacidad de gestionar nuestras emociones de manera saludable, también tiene un papel clave en el bienestar general. Así, el auto perdón se revela como una práctica esencial para liberar a las personas de los sentimientos de autocrítica y culpabilidad, dos de los mayores obstáculos para el crecimiento emocional y la autocompasión. Según Molinero, “la práctica constante del auto perdón puede fomentar una mayor autoestima y resiliencia emocional, dos factores clave para hacer frente a los desafíos cotidianos”.
No obstante, el Instituto del Perdón señala que el auto perdón no debe confundirse con la pasividad o la negación de las emociones. "No se trata de ignorar lo que hemos hecho, sino de aceptar y aprender de nuestros errores para sanar y mejorar como individuos", aclara Molinero. Esta comprensión del auto perdón como un proceso activo y transformador es esencial para que las personas puedan usarlo como una herramienta para alcanzar la paz emocional y mejorar su salud general.
Un enfoque multidisciplinar en el Instituto del Perdón
Para conocer los efectos del auto perdón desde todos los ángulos, el Instituto de la UFV ofrece programas de formación y recursos especializados que abordan el proceso desde una perspectiva multidisciplinar. Así, estos programas combinan elementos de psicología, filosofía y ética para proporcionar una visión integral del perdón como herramienta de sanación personal, a la vez que enseñan a los participantes a gestionar sus emociones a través de técnicas basadas en la autocompasión, la reflexión consciente y la práctica de la empatía hacia uno mismo.
"El auto perdón no solo es una cuestión de mente, sino también de corazón y espíritu. Se trata de un acto de valentía que permite a las personas liberarse de las cargas emocionales que les impiden avanzar en su vida y alcanzar su bienestar personal", asegura Molinero.
La UFV, comprometida con la transformación social
A través de sus iniciativas académicas y programas de investigación, la Universidad Francisco de Vitoria refuerza su compromiso con el perdón y fomenta que más personas sean conscientes de que el auto perdón es una herramienta de sanación individual y un regenerador de relaciones sociales.
"El perdón es una de las fuerzas transformadoras más poderosas que podemos poner en práctica, y no solo a nivel personal, sino también en nuestras relaciones con los demás y con la sociedad", concluye Molinero.
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