Liberated Brands, matriz de Quiksilver, Roxy, Volcom, Billabong, RVCA y DC, se declaró en bancarrota con deudas entre 100 y 500 millones de dólares, lo que llevó al cierre de sus 124 tiendas en EE. UU., incluidas 35 en California.
La empresa atribuyó la quiebra a la volatilidad económica, cambios en el consumo, inflación y altos costos de vida, a pesar de los esfuerzos para mantener las marcas a flote. Como parte del proceso, cerrará oficinas corporativas y despedirá a casi 1.400 empleados.
Sin embargo, marcas como Quiksilver, Billabong y Volcom seguirán operando, ya que pertenecen a Authentic Brands Group (ABG), que había otorgado licencias a Liberated para el mercado estadounidense.
ABG informó que todas las licencias fueron transferidas antes de la bancarrota, garantizando la continuidad de las marcas, que ahora se enfocarán en el comercio electrónico y otros canales de distribución.
Según David Brooks, de ABG, las tiendas de Liberated estaban sobrecargadas y obsoletas, lo que, sumado a la inflación y la caída en la demanda, hizo insostenible el negocio. Todd Hymel, director de Liberated, señaló que la moda rápida erosionó su margen de beneficio y cuota de mercado.
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