En este sentido, según el último informe de ENLACE, consultora especializada en conectar la tecnología y la innovación con el mundo inmobiliario y financiero, de seguir a este ritmo, y si bien se necesita impulsar políticas y leyes claras y estables que regulen este mercado, comprar una vivienda con tokens será habitual en España dentro de 10 años.
Los principales conceptos en los que se basa la tokenización de activos son la tecnología blockchain y los smart contracts. En los últimos años el blockchain y sus propiedades han convertido al token en una potente herramienta de almacenamiento de valor. Por token se entiende la representación digital de un valor, derecho o utilidad emitido por una entidad privada para que tenga una funcionalidad concreta en el mundo digital, con el valor que la entidad establezca. Mientras, la tokenización es el proceso mediante el cual se digitaliza cualquier activo del mundo real, permitiendo su división en partes más pequeñas.
La legislación en España obliga a ir al notario e inscribir en el Registro de la Propiedad todas las transacciones, por lo que los tokens no se vinculan al inmueble, sino que son un contrato de préstamo que el inversor hace a una plataforma para comprar el inmueble. En este caso, la empresa es únicamente la propietaria de los inmuebles tokenizados y la que inscribe los activos en el Registro. Es decir, en estos momentos en España no se tokeniza una propiedad sino el derecho financiero asociado a ese producto. El inmueble no representa una multipropiedad, pues el único propietario de dicho inmueble es la empresa emisora.
Aunque aún no se ha llegado a una adopción masiva por parte de particulares e instituciones, la adopción de tokens ha crecido año tras año. De hecho, el Foro Económico Mundial estima que, para el 2027, el 10% del PIB mundial estará tokenizado o almacenado bajo la tecnología blockchain. Además, se prevé que el tamaño total de los activos ilíquidos tokenizados, incluidos los activos inmobiliarios y los recursos naturales, supere los 15.200 millones de euros en 2030.
“La tokenización debe lograr un mercado estable y transparente, así como pautas regulatorias claras y consistentes a nivel internacional. Ya que estamos ante la innovación tecnológica, es necesario repensar qué se regula y por qué se hace en aras de dejar espacio a una nueva forma de hacerlo”, aseguran los socios fundadores de ENLACE.
En el contexto legislativo queda trabajo por hacer. Y es que ahora los contratos que regulan la compra de tokens en España quedan sujetos a la normativa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Por otra parte, el sector de la tokenización no tiene en España un mercado secundario regulado, como el de las acciones, a diferencia de lo que sucede en Alemania, donde se ha creado por parte de la bolsa y el Commerzbank un mercado secundario donde las plataformas podrán sacar a cotizar sus emisiones de tokens.
“Las principales ventajas de la tokenización de los activos son la accesibilidad que ofrece al mercado; la flexibilidad que permite con la división de los activos; su globalización geográfica; su eficiencia por la reducción de costes en la transacción; y la seguridad y transparencia que aporta el blockchain a la operación”, indican desde ENLACE.
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