Según expertos de Gi Training, firma de formación y desarrollo de Gi Group Holding, las empresas que integran la formación como un eje estratégico no sólo incrementan la productividad, sino que fortalecen la retención de talento y su capacidad para adaptarse a un mercado cambiante.
En este sentido, el 69% de los profesionales cree que el desarrollo profesional debe ser una responsabilidad compartida entre empleado y empleador, el 24% considera que es principalmente la empresa quien debería asumir esta tarea. Esta percepción es especialmente fuerte entre los menores de 25 años (36%) y en sectores como el de la alimentación (28%) y la manufactura (28%), donde el acceso a oportunidades formativas internas tiende a ser más limitado.
Escaso compromiso formativo de las empresas
Del estudio se desprende que el 17% de los profesionales afirma sentirse “totalmente respaldado” por su empresa en cuanto a formación y reciclaje profesional, mientras que el 39% reconoce recibir cierto apoyo, aunque lo considera insuficiente, y un 16% asegura no sentirse apoyado en absoluto.
El sector logístico lidera el compromiso formativo según reconoce el 62% de los encuestados con un apoyo alto o total; seguido por ciencias de la vida (49%) y la industria alimentaria (51%). En el extremo contrario, el sector manufacturero destaca por la falta de respaldo: sólo la mitad de los profesionales asegura que recibe apoyo y casi uno de cada cinco (20%) afirma que no hay ninguna ayuda para el desarrollo de habilidades.
Formación práctica y presencial, la más demandada
La formación práctica en el propio puesto de trabajo se impone como el método de aprendizaje favorito para más de la mitad de los profesionales (53%), seguida de cerca por la formación presencial y los talleres (47%). En sectores como la industria alimentaria y la logística, esta preferencia se dispara hasta el 60%.
Los cursos online, en especial los de carácter autodidacta, ganan terreno entre las generaciones más jóvenes. En cambio, fórmulas como el mentoring o la asistencia a conferencias todavía juegan un papel secundario, con apenas un 14% y un 16% de adeptos, respectivamente.
La mejora salarial, principal motivación para crecer profesionalmente.
El aumento salarial se consolida como el gran impulso a la hora de buscar nuevas oportunidades profesionales, con un 63% de los profesionales situándolo en primer lugar. A cierta distancia, la seguridad laboral (48%) y el crecimiento personal (38%) ocupan el segundo y tercer puesto, respectivamente. El deseo de ascender dentro de la propia organización aparece en cuarto lugar (33%), mientras que el reconocimiento por parte de la dirección apenas resulta determinante para el 18% de los profesionales.
Estos datos confirman que la brecha entre lo que los profesionales necesitan, y lo que reciben en materia de formación, sigue siendo amplia. Nuestro objetivo es cerrar esa distancia con programas que combinen capacitación técnica y desarrollode competencias transversales, asegurando que el aprendizaje responda a las exigencias actuales y prepare para los retos del futuro indican desde Gi Training.
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