A esto se suma que, según el informe Cigna Healthcare International Health Study, el 12% de los trabajadores españoles reconoce ser incapaz de desconectar al finalizar la jornada laboral, dos puntos porcentuales por encima respecto a 2024 (10%). Esta tendencia que, aunque se suele mantener a lo largo de todo el año, puede hacerse más visible en estas fechas, cuando se solapan cierres, entregas y compromisos sociales y personales.
La presión por cumplir objetivos y plazos, la cultura de disponibilidad constante y la dificultad de separar la vida profesional de la personal, especialmente en entornos de teletrabajo, están favoreciendo que muchos trabajadores permanezcan mentalmente conectados incluso fuera del horario laboral. De hecho, el informe de Cigna Healthcare refleja que el 28% de los trabajadores españoles reconoce sentir estrés de manera frecuente, un porcentaje que supera ligeramente el registrado a escala global (27%) y que evidencia hasta qué punto esta presión se ha normalizado en el día a día de las plantillas.
Además, el mismo documento indica que el 24% percibe que la acumulación de tareas y responsabilidades actúa como una fuente continua de tensión, un problema que afecta tanto a la salud mental como física, y que se puede incrementar en las últimas semanas del año. “El estrés laboral puede intensificarse en Navidad porque coincide con un momento en el que muchos equipos acumulan meses de esfuerzo y una carga mental que no siempre es fácil de gestionar. Esta combinación puede hacer que desconectar resulte más complicado, incluso cuando existe la intención de descansar. En estas fechas, las empresas tienen un papel decisivo para evitar estas situaciones. El mantenimiento de un clima de calma junto a pequeños ajustes en cómo se organiza el trabajo pueden reducir la sensación de saturación y favorecer que los equipos cierren el año con mayor equilibrio”, señala Amira Bueno, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare España.
Para ayudar a las empresas a reducir la presión y facilitar un cierre de año más llevadero y saludable para sus equipos, los expertos de Cigna Healthcare proponen cinco estrategias prácticas:
• Check-in emocional breve. Antes de reuniones clave o entregas importantes, dedicar 2 o 3 minutos para que cada miembro del equipo comparta cómo se siente puede marcar una gran diferencia. Este pequeño espacio permite reconocer emociones, fomentar la empatía y detectar señales tempranas de estrés o saturación. Además, ayuda a crear un ambiente más seguro y colaborativo, donde los trabajadores se sienten escuchados y apoyados, lo que mejora tanto la comunicación como la capacidad de afrontar retos sin acumular tensión.
• Establecer turnos de correo consciente. En periodos especialmente cargados de trabajo, permitir que cada persona organice su jornada según su ritmo y picos de productividad, marca una gran diferencia. La autonomía reduce la presión, mejora la eficiencia y hace que los equipos se sientan más capaces de afrontar grandes cargas de trabajo. Durante estas fechas, se puede animar a los empleados a definir franjas horarias en las que reciban correos y notificaciones, evitando el flujo de mensajes constante fuera del horario laboral. Incluso puede utilizarse una etiqueta interna de “solo correo urgente” para casos excepcionales y mensajes importantes. De esta forma, podrán dedicar su tiempo libre a centrarse en sus compromisos personales, sin tener una sobrecarga cognitiva.
• Reto de desconexión gamificado. Convertir la desconexión en un desafío divertido puede motivar a los equipos a practicar hábitos saludables, especialmente importante durante las navidades. Por ejemplo, plantear misiones semanales, como “dos minutos de meditación después de la comida” o “caminar 5 minutos sin móvil”. Recompensar la participación con reconocimientos simbólicos o pequeños incentivos fomenta el compromiso y genera un clima más relajado y consciente.
• Pausa consciente en equipo. Los managers tienen un papel decisivo en la gestión del estrés dentro de la plantilla. Para ello, los responsables pueden establecer un momento de desconexión al día, con ejercicios de respiración, pequeños estiramientos o, incluso, una sesión de 2 minutos de meditación guiada, puede ser muy útil para reducir tensión y fomentar el sentimiento de equipo. Estas pausas cortas sin reuniones ni chats internos permiten rebajar la sobrecarga cognitiva y volver a las tareas con más claridad mental.
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