Los políticos españoles deberían tomar nota: llega un punto donde la inconsistencia fiscal pasa factura en los mercados y eso sufre la flamante primera ministra Truss, los británicos y también los españoles.
La fintech Ebury señala que la caída de la libra esterlina en los mercados (acelerada ahora, pero que se prolonga desde hace siete años) está acrecentando los costes de vida para los pensionistas del Reino Unido que viven en España.
Ebury explica que, desde septiembre de 2015 y hasta hoy, el Reino Unido ha experimentado una significativa volatilidad política y económica como resultado de abordar tanto una salida ordenada de la Unión Europea como de gestionar la pandemia y el consiguiente shock inflacionario.
Todo ello ha conducido a la libra a una paulatina depreciación respecto de sus principales pares que ha penalizado a colectivos como el de los pensionistas británicos que viven fuera del país y perciben unos ingresos fijos al año pagados en moneda local.
En España, hay censados cerca de 263.000 británicos, de los cuales el 26%, alrededor de 70.000, son jubilados. Estos habrían visto caer el poder adquisitivo de sus pensiones en un 17% en este periodo.
Además, otro factor que merma la capacidad de compra de los jubilados británicos es la fuerte presión de la inflación, que actualmente se sitúa en España en el 9%.
La situación es incluso más adversa para los jubilados británicos en Estados Unidos que habrían perdido un 27% de capacidad de compra por la depreciación de la libra respecto al dólar entre 2015 y 2022.
"Los pensionistas británicos expatriados son vulnerables a los movimientos en los mercados de divisas, y llevan padeciendo durante mucho tiempo ya la debilidad de la libra. Desafortunadamente, aquellos que han elegido un país como España para pasar su jubilación comprueban cómo la caída del valor de la libra reduce significativamente sus niveles de vida”, explica Duarte Líbano Monteiro, director regional de Ebury para el Sur de Europa.
Ante esto, Ebury recomienda a los jubilados británicos en España que se aseguren de que están recibiendo las mejores tasas de cambio disponibles y que busquen alternativas que reduzcan también las tarifas y comisiones bancarias para procesar los pagos de la manera más eficiente posible.