El estudio presta especial atención a los factores que llevan a los profesionales a decantarse por un empleo o, en caso de estar ya trabajando, a cambiar. Así, entre los estudiantes, el principal motivo de elección en el momento de aceptar un empleo es el potencial de desarrollo profesional con el que cuenta, con un 77% de menciones, seguido del salario (72%), la posibilidad de teletrabajar (44%) y la formación (44%).
“El desarrollo profesional, el salario, la formación continua y el teletrabajo son los factores que hacen que los perfiles tecnológicos se planteen un cambio de puesto. De hecho, un dato es que el 50% de los encuestados no querría trabajar de manera indefinida en la misma empresa, lo que supone un cambio de paradigma al que todos debemos hacer frente”, destaca Juan Riva, CEO&Founder de IMMUNE Technology Institute.
“Los profesionales que deciden formarse en tecnología y disciplinas STEM, son los profesionales que tendrán más empleabilidad en España en los próximos años. Las empresas
buscan constantemente profesionales capacitados en áreas tecnológicas y científicas, lo que ha propiciado una tasa de desempleo cercana a 0 en estas disciplinas.”, señala Jorge González, director de Randstad Digital.
En el caso de los parados en búsqueda activa, el 66% de ellos menciona el desarrollo profesional como su prioridad para decantarse por un empleo, seguido del salario (61%), el teletrabajo (36%) y la formación (34%), Finalmente, los profesionales en búsqueda activa priorizan el salario (70%), el desarrollo profesional (60%) y el teletrabajo (50%).
Otro de los puntos que analiza el estudio es cuántas personas de las que se encuentran actualmente trabajando prefieren hacerlo mucho tiempo en la misma empresa y por cuánto tiempo. Un 46% de los encuestados respondieron que preferirían permanecer en la misma empresa indefinidamente, frente a un 45% que lo haría mientras haya un proyecto que les interese. Un 8,5% se quedaría entre uno y cinco años máximo y un 2,6% manifiesta tener una preferencia por trabajar por cuenta propia.
Áreas preferenciales
Por franjas de edad, se observa cómo la programación es la especialidad que más interés despierta entre los profesionales, ya que el 73% de encuestados entre los 18 y 25 años la menciona como prioritaria, seguido de la ciberseguridad (35%) y el análisis de datos (31%). Subiendo en la franja de edad, entre los 26 y 35 años, la programación (62% de profesionales interesados) aún se mantiene destacada entre las preferencias, al igual que entre los trabajadores de entre 36 y 45 años, que se decantan en un 46% por el coding como primera preferencia.
“El coding es la disciplina común a casi todas las áreas tecnológicas. Aunque no es imprescindible, sí es recomendable que las personas que quieran iniciar su carrera en tecnología sepa algo de programación. Entre nuestros alumnos más jóvenes también destaca, en muchas ocasiones, la ciberseguridad como el campo al que todos miran en un futuro”, apunta Juan Riva.
Tras el coding, otra especialidad que despierta interés entre los profesionales STEM es el análisis de datos. En los profesionales de entre 18 y 45 años, alrededor de un tercio menciona está especialidad como prioritaria, un porcentaje que alcanza el 39% en el caso entre los trabajadores de entre 46 y 55 años.
Por género, más de la mitad de los hombres se decantan por la programación (52%), mientras que las mujeres están divididas: ciberseguridad (24%) y, por igual, coding y Data Science (23%).
“A pesar de contar con gran potencial de crecimiento, el sector tiene grandes desafíos por delante, como la escasez y retención de talento o la brecha de género, ya que sigue siendo uno de los sectores más masculinizados”, apunta Jorge González.