De este modo, Hein Schumacher, que asumió el cargo de consejero delegado en Unilever el pasado 1 de julio, no podrá optar a un aumento de su retribución fija ni en 2024 ni en 2025 y será en 2026 cuando se vuelva a revisar su nivel salarial, según ha informado la empresa.
Esta decisión se debe a que sólo el 42% de los accionistas apoyaron el plan de remuneración de los consejeros de la compañía en la junta general que Unilever celebró el pasado mes de mayo.
Tras la celebración de dicha junta, Unilever contactó con 28 de sus mayores accionistas para debatir el resultado de la votación, celebrando un total de 37 reuniones con los 24 mayores accionistas que finalmente decidieron participar en este proceso de discusión.
Durante el mismo, la empresa fue informada de que la razón principal para el escaso apoyo al plan de retribuciones diseñado fue el enfoque adoptado para fijar la remuneración del CEO entrante en el momento de su nombramiento.
"Aunque la mayoría de los accionistas estaban de acuerdo en que el nivel salarial fijo para el nuevo CEO reflejaba adecuadamente el tamaño y la complejidad de la función, había una preferencia por que la alineación con el mercado podría haberse logrado gradualmente, en lugar de en un solo paso en el nombramiento", ha explicado la compañía.
Tras estudiar el Comité de Remuneración de Unilever esta información, la dirección de la compañía ha decidido congelar la remuneración fija del CEO durante los próximos dos años.
"Este enfoque de restringir cualquier aumento durante los primeros años de nombramiento pretende reflejar y alinearse con las opiniones de los accionistas en el proceso de compromiso de que la alineación con el mercado debe lograrse en 2-3 años tras el nombramiento", ha precisado Unilever.
La empresa también ha iniciado conversaciones con los accionistas sobre la renovación de su política de remuneración en 2024 y su aplicación.
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