En este contexto, la cooperativa de telefonía e internet consciente Somos Conexión pretende poner freno a esta situación participando en el Bono Digital, una iniciativa que tiene el objetivo de reducir la brecha digital entre las familias con riesgo de exclusión. Se trata de una ayuda de 20 euros para facilitar el acceso a conexión de banda ancha de las unidades familiares.
Mercè Botella, cofundadora de Somos Conexión explica que la ayuda del Bono Digital es de ámbito autonómico y está financiada con fondo de la Unión Europea. De momento, la cooperativa, en colaboración con Exo, ofrece este servicio para personas residentes en Cataluña que estén cobrando el Ingreso Mínimo Vital o la Renta Mínima Garantizada.
El servicio que bonificará Somos Conexión es la fibra de 300 Mb sin fijo, que normalmente tendría un precio de 31,50 euros. No obstante, la cooperativa suma a la ayuda de 20 euros del Bono Digital una bonificación de 11,50 euros, para que el coste para las familias sea de 0 euros.
¿A quién afecta la brecha digital?
Según Somos Conexión, hoy en día “es prácticamente imposible vivir en una comunidad convencional al margen de la tecnología, y se ha creado una brecha entre los que tienen acceso a la tecnología y los que no, afectando en el conocimiento, la participación ciudadana, la educación y las oportunidades laborales”.
Precisamente, el estrato socioeconómico es uno de los factores principales donde afecta con más rapidez la brecha digital. Y es que las personas con menos recursos tienen más dificultades para acceder a dispositivos móviles y ordenadores.
En Barcelona, por ejemplo, en las áreas de renta baja se dispone de menos dispositivos electrónicos por persona que a las de rentas superiores. Es el caso de los ordenadores portátiles: un 65,6% de las personas con renta baja tiene ordenador en casa, ante el 85,6% de personas con renta alta. También hay diferencias en la frecuencia de uso: un 85,3% de la población de renta baja se conecta en internet de manera diaria, una cifra que aumenta hasta el 93,2% entre la población de renta alta, según el informe La Brecha Digital en la ciudad de Barcelona.
Otro factor es la edad. Según datos de la cooperativa, entre los mayores de 74 años solo el 14% de hombres y el 10% de las mujeres usa internet a diario, mientras que en otras franjas de edad la tecnología e internet son herramientas imprescindibles en el día a día.
Además, en cuanto a la geografía, existe una gran diferencia entre las zonas rurales y las zonas urbanas. “Es necesario que se deje de hacer negocio con la infraestructura de las telecomunicaciones y evitar los monopolios, sin dejar ‘agujeros negros’ en cuanto a la cobertura y garantizando un acceso universal a internet y a la energía”, demanden.
De este modo, “gracias a iniciativas como el Bono Digital, es posible contribuir en el cierre de una rendija digital con el objetivo de avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria”, concluye Botella.
¿A quién afecta la brecha digital? Casi 2 millones de personas en España la sufren
La brecha digital es una de las formas de desigualdad con menos visibilidad y que, a la vez, más perpetúa esta distinción, puesto que acentúa la distanciación social y el acceso a oportunidades y servicios básicos. Actualmente, según datos de Cáritas y la Fundación Foessa, 1,8 millones de hogares en España sufren esta brecha digital.
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