Este resultado es consecuencia, principalmente, de un alza del 40,5% de las importaciones, impulsadas por los productos energéticos, hasta alcanzar el máximo histórico de € 298.513,1 millones; mientras que las exportaciones de bienes repuntaron a un menor ritmo, un 25%, hasta los € 252.052 millones, también récord para este periodo.
Así, la tasa de cobertura -el cociente entre exportaciones e importaciones- se situó en el 84,4%, es decir, 10,4 puntos porcentuales menos que la registrada en enero-agosto de 2021.
De esta manera, España consolida lo que se denomina “déficits gemelos”, cuando un país acumula más gastos públicos que ingresos fiscales y más importaciones que exportaciones, demandando financiamiento para ambas cuentas.
Detrás del fuerte incremento del déficit comercial se encuentra el alza del déficit energético, que se incrementó hasta los 35.561,2 millones, respecto al déficit de 14.594,7 millones en el mismo periodo del año anterior.
Pero también el déficit no energético se situó en 10.899,8 millones, frente al superávit de 3.723,4 millones de euros en el mismo periodo de 2021.
Los principales sectores en términos de peso sobre las exportaciones totales en el periodo fueron productos químicos, bienes de equipo, alimentación, bebidas y tabaco y semimanufacturas no químicas.
A nivel geográfico, las exportaciones dirigidas a la Unión Europea-27 en el periodo representaron el 62% del total y subieron un 26,1% interanual, mientras que las dirigidas a la zona euro, 54,4% del total, aumentaron un 25,3% interanual. En lo que se refiere a destinos extracomunitarios se dirigieron el 38% del total y ascendieron un 23,4% interanual.
Por comunidades autónomas, la comunidad que experimentó una mayor tasa de variación interanual de sus exportaciones en el periodo fue Canarias (121,9%), seguida por Baleares (61,2%) y la Comunidad de Madrid (43,2%). En cambio, la única comunidad en la que descendieron las exportaciones fue Castilla y León (-0,5%).
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