En ambas urbes los inversores buscan activos a precios de oportunidad de entre 150.000€ y 200.000€. Los distritos preferidos son Ciudad Lineal, Hortaleza, Puente Vallecas y Villaverde, en Madrid; y Ciutat Vella, Sant Andreu, Sant Martí y Sants-Montjuïc, en Barcelona.
El perfil del inversor de Madrid es más internacional y apuesta por la periferia, mientras que el de Barcelona es local, más conservador y aprovecha el factor turístico.
Cuando apenas quedan unos días para que dé comienzo una nueva edición del Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA), muchos son los inversores que realizan estudios para saber dónde es más interesante invertir, si en la capital o en Barcelona. En este sentido, el último informe de la principal plataforma de inversión inmobiliaria, Inviertis, analiza las diferencias en el mercado de la inversión inmobiliaria en las dos principales ciudades de España.
El inversor de Madrid: perfil más internacional y apuesta por la periferia
Los datos ofrecidos por Inviertis indican que el inversor busca en la ciudad de Madrid rentabilidades en torno al 6% e invierte entre 150.000€ y 200.000€. El inversor patrimonialista, con un capital más alto y una visión a largo plazo, busca en distritos como Ciudad Lineal u Hortaleza con inversiones a partir de los 200.000€. Para inversores que están buscando oportunidades turísticas o que son extranjeros y cuentan con mayor poder de inversión, las zonas más demandadas son los distritos Centro, Chamberí y Salamanca.
La zona sur de Madrid ofrece rentabilidades medias más altas y precios por metro cuadrado más competitivos, por lo que, dependiendo del capital del que disponga, el inversor apuesta por ubicaciones periféricas como Puente Vallecas o Villaverde. Mientras, aquellos cuyo presupuesto es de hasta 150.000€ buscan oportunidades en el área metropolitana, en municipios como Alcalá de Henares, Alcorcón, Getafe, Fuenlabrada, Humanes, Móstoles, Parla o Torrelodones.
El inversor de Madrid suele ser experimentado y busca asentar su cartera con activos seguros, inquilinos solventes y una rentabilidad media estable. Este inversor suele tener otros pisos en zonas con rentabilidades más altas en mercados emergentes como Alicante y Zaragoza.
El inversor de Barcelona: perfil local, más conservador y aprovechando el factor turístico
La rentabilidad media de la ciudad de Barcelona es del 5,8%. El inversor que apuesta por Barcelona suele ser local y compra en una zona conocida y cercana a su lugar de residencia. Suele invertir en el área metropolitana de Barcelona dependiendo del capital que disponga. De hecho, la ciudad tiene inversores premium y extranjeros con un capital más alto que buscan oportunidades de inversión en distritos como Ciutat Vella o L’Eixample. Además, los distritos de Sant Andreu, Sant Martí y Sants-Montjuïc ofrecen buenas oportunidades de compra.
Si el inversor cuenta con más de 200.000€ invierte en zonas costeras que combinan el potencial turístico y el alquiler residencial en las zonas de playa de municipios como Castelldefels o Gavà, donde puede obtener una rentabilidad por el alquiler residencial que superan el 6% y llegarla a duplicar e incluso triplicar destinando la propiedad a un alquiler turístico.
Si dispone de alrededor de 150.000€, los municipios con más demanda de la provincia de Barcelona son Barberà del Vallès, Mollet del Vallès, Sabadell, Terrassa, Mataró, Montcada i Reixach, Olesa de Montserrat o Granollers, con rentabilidades en torno al 7%.
Rebeca Pérez, CEO y fundadora de Inviertis, indica que “el hecho de que nuestras dos principales ciudades arrojen rentabilidades de alrededor del 6% es una muy buena noticia para el inversor, pues son dos plazas muy estables y con una demanda que nunca va a cansarse de comprar, pues son una referencia a nivel mundial y el retorno de la inversión está asegurado”.
Por su parte, Vicenç Hernández Reche, asesor de Inviertis y CEO de Tecnotramit, añade que “si bien Madrid ha llevado a cabo políticas de vivienda atractivas y certeras que han favorecido la captación de inversión inmobiliaria nacional y extranjera, Barcelona sigue siendo un fuerte polo de atracción internacional, por lo que el hecho que ambas ciudades se repartan bondades ayuda a diversificar la inversión”.
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