En concreto, el IPC disminuyó siete décimas en septiembre en relación al mes anterior y recortó de golpe su tasa interanual 1,6 puntos, hasta el 8,9%, bajando de los dos dígitos después de haber encadenado tres meses consecutivos por encima del 10%.
En septiembre, los precios de los alimentos subieron, de nuevo, y su tasa avanzó seis décimas, hasta el 14,4%, la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994, según los datos definitivos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
"Y lo peor es que no parece que vayan a bajar mientras el elevado coste de la energía continúe gravando el coste de la producción, transporte y distribución de los alimentos", ha advertido la OCU.
En tasa mensual, las legumbres y hortalizas frescas se han encarecido en septiembre un 4,1%, lo mismo que ha ocurrido con el arroz (+2,4%), la carne de ovino (+2%), el azúcar (+1,9%), la carne de cerdo (+1,3%), la leche y los productos lácteos (+1,2%) y los huevos (+1%), mientras que el aceite de girasol (-3,1%), las frutas (-1,3%) y el pescado fresco y congelado (-0,6%) han bajado su precio.
En este contexto, la organización de consumidores ha recomendado adquirir productos de marca blanca y priorizar los supermercados más baratos, ya que, eligiendo bien el lugar donde se hace la compra, pueden obtenerse ahorros de unos 1.000 euros al año de media (más de 3.500 euros en algunas ciudades).
"Y en el corto plazo nada hace pensar que la situación va a cambiar y es probable que todavía suban aún más los precios de algunos productos en los próximos meses", ha señalado la OCU, que urge al Gobierno a tomar medidas "firmes y decididas" para cortar la subida de los precios, que pasan por suspender temporalmente los impuestos ligados a la energía, el origen de la espiral inflacionista, y aumentar las ayudas a las familias vulnerables mediante cheques de alimentos.
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